Apenas Estados Unidos reabrió las fronteras y el presidente Joe Biden ya se prepara para recibir invitados en Washington, pues prepara una cumbre con sus homólogos de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Canadá, Justin Trudeau; será la primera de este tipo en 10 meses, desde que llegó a la Casa Blanca.
Agencias y medios locales reportaron que la administración estadounidense está por sellar la cita que podría darse la próxima semana.
Aún sin confirmación oficial se estima que ésta se lleve a cabo el próximo 18 de noviembre, a sólo unas semanas de que dos de ellos, Biden y Trudeau, coincidieran en un evento mundial como la Cumbre Climática COP26 y luego de la visita de AMLO a la región, y es que ayer viajó a Nueva York, pues México asumió el Consejo de Seguridad a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Con estos preparativos, adelantados por fuentes gubernamentales, el demócrata rompe la medida que mantuvo su antecesor el republicano Donald Trump, quien dejó atrás la reunión diplomática conocida como los Tres Amigos, que comenzó en 2016 entre los socios de Norteamérica. Hasta el momento, Biden sólo había mantenido encuentros virtuales con ambos, mientras que hace cinco meses envió a México en su representación a la vicepresidenta Kamala Harris, quien dialogó con el Ejecutivo mexicano.
Aunque inicialmente no se reportó una fecha oficial, funcionarios de las tres naciones involucradas señalaron a Reu-ters “estén atentos”, en torno a la premura con que se lleva a cabo este plan, hecho que se concretará tras la reducción de restricciones por la pandemia de Covid-19, pues tras 19 meses de cierre este lunes EU permitió el ingreso de ciudadanos vacunados con las dosis avaladas en su territorio.
En este sentido destaca que Biden recibió hace unos dos meses la tercera inyección contra el virus; mientras que López Obrador completó su esquema antiCovid en junio pasado y Trudeau hizo lo propio un mes después.
Pese a que la Casa Blanca no ha dado detalles sobre este encuentro, se estima que los temas prioritarios serán migración, energía y comerciales.
Y es que los flujos migratorios se convirtieron en la mayor crisis entre Estados Unidos y México, justo cuando una caravana recorre el segundo país para llegar a la frontera norte; mientras que en el contexto, resalta la preocupación externada por congresistas en las últimas semanas en torno a una reforma eléctrica que se discute en México, al poner en duda si los cambios planteados podrían perjudicar a empresas en su territorio.
