En un intento por despresurizar la frontera, el gobierno de Joe Biden extendió las restricciones para brindar asilo a cientos o miles de solicitantes.
A casi un mes de la elección presidencial, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) notificó que limitarán este beneficio pues los límites con México siguen saturados con un promedio de hasta dos mil 500 cruces al día, cuando el mínimo por la vía oficial debería ser de mil 500, incluyendo a menores de edad, sin importar si viajan solos o acompañados.
Con este ajuste la administración Biden-Harris parece mostrar mano dura contra la migración ilegal al recalcar que es una de sus prioridades, justo previo al debate que sostendrán los aspirantes a vicepresidente, Tim Walz y JD Vance.
Pese a las críticas de defensores de la comunidad migrante, el gobierno recalcó que endurecerá los límites si persiste la amenaza fronteriza, pues tan sólo en lo que va del mes se documentan 54 mil arrestos, según agencias de la potencia, lo que supera los encuentros máximos en promedio al día.
Dicha medida busca mantener a la baja las cifras de aprehensiones en esta zona luego de una ligera alza de tres por ciento entre julio y agosto pasado, según el recuento de la Oficina de Aduanas (CBP), mientras que la oposición ve esta acción como un intento de nivelar la balanza de cara a los comicios de noviembre, pues éste es uno de los temas favoritos del magnate.
