Autoindulto, lo que prometió para 2024 si gana

Anuario: Donald Trump enfiló su campaña electoral con hasta 91 cargos a cuesta

Este mes arrancan los juicios del aspirante republicano en Florida, NY y Georgia; las imputaciones más severas ameritan 20 años de prisión, pero él denunció una “cacería” en su contra

El magnate republicano durante un juicio por fraude en NY, en diciembre pasado.
El magnate republicano durante un juicio por fraude en NY, en diciembre pasado. Foto: AP

El favorito republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, cerró el año con un cúmulo de 91 cargos por cuatro juicios que amenazan su aspiración electoral.

Sin embargo, mantiene su sello frontal al encarar a adversarios, pues en cada lectura de cargos además de declararse inocente se dijo víctima de una “cacería” política para sacarlo de la contienda en la que se verá de nuevo frente a frente con Joe Biden, como en 2020 cuando acusó un supuesto fraude, pues su rival confirmó que va por la reelección.

En esta carrera presidencial ataca por igual a jueces, fiscales estatales y especiales, testigos y hasta al Gobierno.

En esta presunta persecución convirtió su red social Truth Social en su máxima tribuna para exhibir a sus detractores como parte de sus actos campaña y atraer votantes, aunque hace alarde por superar ampliamente a sus rivales por lo que rechazó participar en los cuatro debates de su partido, pues sin hacerlo rivales se bajaron de la contienda como su exvicepresidente Mike Pence.

Pese a los juicios, programados entre enero y mayo, el magnate no le teme a posibles condenas, al refrendar que incluso en prisión podría continuar su campaña, pues no ve obstáculos para un segundo mandato, en el que planea indultarse y hacer su voluntad. Y ya lanza amenazas en caso de llegar a la Casa Blanca, como retomar políticas migratorias que eliminó su sucesor, pues prometió una “dictadura” de un día para cerrar la frontera y frenar las oleadas masivas. También busca quitar fondos a quienes lo persiguieron como agencias federales que respaldaron al Departamento de Justicia en su contra y devolver la embestida a Biden y a su familia, al poner el ojo sobre su hijo Hunter Biden, quien enfrenta penas de prisión por portar un arma ilegalmente.

Sin embargo, no todos los cargos que enfrenta podría evadirlos si regresa a la Casa Blanca, pues uno de ellos es estatal, por extorsión y conspiración electoral, por lo que el perdón no sería suficiente.

Y es que en esta larga lista enfrenta delitos que individualmente ameritan hasta 20 años de prisión, como violaciones a la ley RICO —creada para perseguir a organizaciones criminales— y que involucra a 18 cómplices, así como retener documentos confidenciales, que presuntamente dos de sus empleados escondieron antes de que el FBI allanara su mansión en Mar-a-Lago, caso del que hay evidencia, pues un audio lo expone por admitir que cuenta con archivos que no podría mostrar a cualquiera, confirmando que era material secreto.

Por ello, su defensa buscó artimañas para arrebatarle los procesos a detractores como la fiscal de Fulton, en Georgia, Fani Willis, al promover llevar su caso a instancias federales o simplemente demorarlo tras las elecciones, mientras ya fue sacado de dos boletas estatales en Colorado y Maine.