Otro diferendo trabó el intento de tregua, pero aliados presionan a Israel para no romper con un posible alto el fuego para liberar a más de 100 rehenes.
Previo a los 150 días retenidos, las familias que marcharon a Jerusalén vieron otra vez cómo se paralizó el proceso, pues el Gobierno plantó a mediadores en El Cairo al acusar que Hamas no cede.
Según fuentes citadas por Times of Israel y Reuters es imposible avanzar si los islámicos condicionan la situación a su favor, al negarse supuestamente a dar una lista con nombres de los secuestrados con vida, paso crucial para definir el total de palestinos a intercambiar, en medio de reportes de más rehenes muertos.
En respuesta, la organización terrorista dijo que el plan depende de Israel tras acusaciones de masacres a civiles, sin abundar en sus exigencias, como el retiro del ejército de Gaza y el alto el fuego.
Pero ni los reclamos de Israel generaron respaldo mundial, pues Estados Unidos abogó por cerrar ya un acuerdo para poner fin a la “catástrofe humanitaria” y reunir a los retenidos con sus familias.
La vicepresidenta de esa nación, Kamala Harris, declaró enfáticamente que Tel Aviv “debe hacer más para aumentar significativamente el flujo de ayuda. No hay excusas”, mientras esa región insiste en que no abandonará la Franja hasta desmantelar al enemigo.
