A unos 180 kilómetros al oeste de Bagdad, la capital iraquí, se encuentra la provincia de Anbar, donde una de las bases militares que albergan a tropas estadounidenses fue alcanzada por misiles iraníes el pasado miércoles, en respuesta al operativo que terminó con la vida del general iraní Qassem Soleimani.
Este lunes, las tropas de EU comenzaron a limpiar los escombros y restos, en un recuento de daños materiales luego del bombardeo por parte de Irán de bases estadunidenses.
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EL DATO: La base aérea de Ain al-Asad fue utilizada por primera vez por las fuerzas estadounidenses después de la invasión en 2003, que derrocó al dictador Saddam Hussein.
La base aérea de Ain al-Assad, en Anbar, en el oeste de Irak, es un complejo que alberga a unos 2 mil soldados, mil 500 del ejército estadounidense y la coalición liderada por Washington, que lucha contra el Estado Islámico.
Un aluvión de misiles iraníes cayó sobre este complejo militar, en el evento más significativo en la tensión que sostienen EU e Irán.
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Un equipo de reporteros y fotógrafos de la agencia AP, que recorrió la base, dio cuenta de grandes cráteres en el suelo y daños a los remolques militares, así como a montacargas que levantaban escombros y los cargaban en camiones desde un área grande del tamaño de un estadio de fútbol.
EL DATO: Trump visitó la extensa base aérea de Ain al-Asad, en diciembre de 2018, en lo que fue su primera visita presidencial a las tropas en la región.
El gobierno de Estados Unidos aseguró que no hubo soldados estadounidenses o iraquíes muertos o heridos en el ataque iraní.
Con información de la agencia de noticias Associated Press (AP)
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