El régimen ruso denunció un presunto ataque terrorista para asesinar a su presidente, Vladimir Putin, lo que desató la ira en el país para tomar represalias: “eliminar” a Volodimir Zelenski y destruir su nación.
En la antesala del Día de la Victoria, el Kremlin reportó la intrusión de drones sobre la residencia oficial, mismos que fueron derribados y no lograron su cometido que era atentar contra la vida del líder que declaró la guerra el 24 de febrero del 2022, quien no estaba en la zona, según el vocero ruso, Dmitri Peskov.
De inmediato, Moscú culpó a Kiev de planear y perpetrar el mayor atentado del conflicto y dijo que respondería “dónde y cuándo considerara oportuno”, anticipando otra escalada.
Luego de exponer la presunta red operativa que traspasó la seguridad rusa, el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvedev, y la Duma urgieron implementar represalias al detectar aviones no tripulados en Crimea, al tiempo que los suyos bombardearon a civiles en Jerson, con un saldo de 21 muertos y 48 heridos, según los defensores.
El primero de ellos fue el más enérgico al sostener que dicha agresión ameritaba “la eliminación física de Zelenski y su camarilla”. A través de Telegram justificó un ataque directo contra el homólogo de Putin, al minimizar su liderazgo y alardear de más golpes al rival, pues dijo que el mando ucraniano ni siquiera es necesario para una posible rendición, pues confía en el triunfo de los soldados rusos, aunque el enemigo no tenga presidente.
A su postura radical se sumó la Cámara baja. El líder, Viacheslav Volodin, pugnó por acelerar las ofensivas para destruir ese territorio sin negociaciones. Pese a la devastación causada y hasta apoderarse de cuatro regiones en su intento por borrar la identidad ucraniana, insistió que atacarlos frenará los actos terroristas de Kiev luego de 434 días de bombardeos.
Sin embargo, al cierre de esta edición no hubo venganzas. Pero el Comité de Investigación del Kremlin investiga el “acto terrorista” en la sede presidencial, sin que se identificara de dónde provenían los aviones no tripulados eliminados con apoyo de radares cerca de la Plaza Roja, que en unos días albergará un desfile masivo, mismo que sigue firme, según Moscú. Pero la región toma sus precauciones al prohibir el sobrevuelo de drones y la emisión de nuevos permisos para éstos.
En tanto, Zelenski descartó la versión de los ocupantes al referir que su ejército y asegurar que los ucranianos “luchamos en nuestro territorio”.
En un discurso desde Finlandia —la última nación que se sumó a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)— recalcó que su prioridad es recuperar la paz y la soberanía y proteger a su población, pues su estrategia no pretende atacar ni a Rusia ni a Putin. Aclaró que los suyos no son iguales a los enemigos, pues sus tropas sólo atacan a los ocupantes que siguen en su territorio.
Sin embargo, no respondió al amago ruso y agregó que el terrorista es Moscú que ayer bombardeó viviendas, escuelas, supermercados, estaciones de trenes y hasta gasolineras en Jerson para causar más y más daños, al tiempo que reforzó su lazo europeo al dialogar con los primeros ministros de Finlandia, Noruega, Suecia, Dinamarca e Islandia, que ratificaron su apoyo y respalda para sumarse a la Unión Europea.
Además, quien ya planea un viaje a Alemania recordó que son los rusos los que provocarán la derrota de Putin, pues dejó a los Tribunales el castigo por los crímenes de guerra cometidos, a unos meses de que la Corte Penal Internacional (CPI) emitiera una orden de arresto contra el ruso por deportar de manera forzada a cientos de niños a su país.
Sus declaraciones no redujeron las tensiones, lo que obligó a sus tropas a reforzarse, pues aliados ya anticipaban nuevas embestidas por un presunto plan de sabotaje del enemigo para justificar una respuesta armada.
Mientras que el Kremlin no pudo aclarar el supuesto atentado, pues la difusión de videos a través de la agencia estatal TASS sólo generó más dudas, pues varios gobiernos dijeron que no han podido corroborar tales hechos.
En la grabación de unos segundos sólo se distingue uno de los supuestos aviones y que provoca un estallido sobre la cúpula del Kremlin, del cual ya recuperaron los trozos, lo que contradice al gobierno de Moscú; incluso, aliados cuestionaron quienes son las personas que se ven en el techo previo al incidente, tema al que no respondió el régimen invasor.
En tanto, las naciones que apoyan a Zelenski reiteraron que siguen tratando de verificar el supuesto atentado y Estados Unidos garantizó su total apoyo a Kiev al adelantar un nuevo paquete por 300 millones de dólares, que incluye artillería y municiones, en busca de fortalecer a los defensores y poner fin a este conflicto en el que ha intentado mediar al igual que China.
