Tras el fallecimiento de la reina Isabel II , trascendió que las personas que así lo deseen podrán ingresar a la catedral de St Giles, en Edimburgo, para presentarle sus respetos.
Aunque el ataúd con el cuerpo de la monarca permanecerá tres días en dicha catedral, los primeros estarán reservados para que los miembros de la familia real, entre ellos sus hijos, realicen la conocida Vigilia de los Príncipes.
Luego de darse a conocer el deceso, el reverendo Calum MacLeod, ministro de la catedral, rindió homenaje a tan “servidor fuerte y fiel”.
“Con toda la nación, en la Catedral de St Giles lamentamos la muerte de Su Majestad la Reina, servidora fuerte y fiel del Reino Unido y la Commonwealth durante tantos años”, indicó en un mensaje en el sitio web de la catedral.
Cabe recordar que en abril de este año se filtró una actualización relacionada con la llamada “Operación Puente de Londres”, que implica el despliegue protocolario, diplomático y ejecutivo de 10 días cuidadosamente planeados que se pusieron en marcha desde el momento de la muerte de la reina.
Dicha filtración sobre los planes para enterrar a la reina fue calificada en su momento por autoridades británicas como “cruel” e “inmoral”, por lo que prometieron realizar indagatorias para dar con los responsables.
Murió la reina Isabel II, monarca del Reino Unido
La reina Isabel II falleció este jueves a los 96 años en Escocia, confirmó la Casa Real británica horas después de que se reportara que la monarca más longeva se encontraba delicada de salud.
La familia real reportó el deceso en redes sociales, al detallar que “murió pacíficamente en Balmoral”, castillo en el que se encontraba por motivos de salud y donde recibió a la primera ministra, Liz Truss, cambiando el protocolo que históricamente se realizaba en el Palacio de Bukhingham, y fueron esas las últimas fotografías que se compartieron de la líder de la corona británica.
Su deceso se da un año después de la muerte de su esposo Felipe de Edimburgo, quien falleció en plena pandemia de COVID-19 el 10 de junio de 1921.
Cabe destacar que desde abril pasado la Reina admitió públicamente problemas de salud al declarar que su contagio de COVID-19 la dejó muy cansada y agotada, hecho por el que suspendió viajes y encuentros con líderes mundiales.