El abanderado de movimiento Semilla, Bernardo Arévalo, derrotó a la derecha y a su rival, la exprimera dama Sandra Torres, y Guatemala se une a la tendencia de izquierda en América Latina, que acumula 10 gobiernos bajo ese poder.
Con una diferencia de 20 puntos, el diplomático se consagró como el sucesor de Alejandro Giammattei luego de que sorpresivamente se metió a la segunda vuelta para disputar el máximo cargo en el país con la esposa del exlíder Álvaro Colom, según el recuento del Tribunal Supremo Electoral (TSE), que al cierre de esta edición sumaba 99 por ciento.
El progresista consiguió 58.06 por ciento del voto contra 37.18 de la de Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).
Con ello venció no sólo pronósticos sino la persecución del gobierno, pues en las últimas semanas su fuerza política fue allanada por el Poder Judicial por presunto lavado de dinero, luego de intentos de anular la participación de su fuerza por supuesto delitos que cometió desde que se formó, al ahondar las investigaciones en sus registros desde 2017.
Pese a ello, el izquierdista de 64 años mejoró sus números en comparación con la primera, al quintuplicar la preferencia. El pasado 25 de junio sólo obtuvo 11 por ciento del voto en un día marcado por el castigo y desencanto político; pero medios locales destacaron que sus planes para combatir la corrupción que tanto golpean a la región centroamericana lo impulsaron para virar a la izquierda, propuesta que sigue ganando terreno en el continente como ocurrió en el último año en Brasil y Colombia.
Y es que en campaña, el diputado tomó esta batuta como su prioridad para sacar a la nación de una crisis ganando el apoyo de quienes están descontentos con las últimas administraciones, lo que contrasta con el enfoque de Torres, quien se centró en temas económicos como quitar el IVA a la canasta básica, con la promesa de aliviar el bolsillo en su tercer intento en convertirse en mandataria.
Más tarde, en su primera conferencia, Arévalo reiteró su lucha frontal contra la corrupción, un fenómeno que ha coptado múltiples espacios en el gobierno. Pues dijo que el voto por él es un fuerte mensaje de la población: “Basta ya de tanta corrupción”.
Y es que con dicho compromiso pone en riesgo algunos cargos en el país, especialmente de quienes persiguieron y forzaron al exilio a funcionarios y periodistas. Al respecto, la exfiscal anticorrupción Thelma Aldana y el exfiscal Juan Francisco Sandoval celebraron la victoria de Semilla, pues ven una luz para quienes aún no pueden regresar a Guatemala.
En entrevista con CNN, la primera, quien huyó de Guatemala, aplaudió el voto para echar al “pacto de corruptos” y ante la pregunta de si este triunfo le permitiría retornar ella y sus acompañantes se fundieron en un grito y aplausos, pues ven amplias posibilidades de volver tras un escenario en el que gobiernos extranjeros advirtieron de un posible riesgo democrático contra el país.
Pero ahora comienzan los retos de Arévalo, pues no sólo enfrentará la corrupción, sino la inseguridad y pobreza que prevalece en la nación, mientras que aliados destacaron su compromiso para proteger los derechos de la comunidad LGBT, pues prevé respaldar el matrimonio igualitario y el aborto.
Tras oficializarse la tendencia irreversible, el presidente Giammattei reconoció el triunfo de Arévalo en un proceso con pocos incidentes. “Felicito a
@BArevalodeLeon y extiendo la invitación para iniciar la transición ordenada”, externó a través de la plataforma X —antes Twitter— a la espera de que el Tribunal corrobore el resultado de anoche, mientras que el ganador confirmó que le llamó para revisar sus cronogramas.
Asimismo, Arévalo dijo que habló con los mandatarios de México, Andrés Manuel López Obrador, y de El Salvador, Nayib Bukele, con quienes propuso coordinar agendas. En el primer caso detalló que le pidió explorar cambios en la frontera que comparten para que ésta “no sea una que separae sino una que une”.
Además, en esta jornada destaca que la magistrada del TSE, Blanca Alfaro, adelantó su renuncia tras recibir amenazas de muerte y en medio de presiones del Ministerio Público.
“Estoy haciendo una evaluación muy personal”, admitió ante la prensa al relatar que pensó en dimitir antes, pero decidió cumplir con el país y poner fin a sus funciones a la par de los comicios, ante mensajes intimidatorios en los que abusaban un posible fraude.
A la mitad del periodo para el que fue elegida —seis años—, aseveró que pondrá su cargo a disposición del Congreso, para que se determine si “debe presentarme a la justicia”, pues descartó esconderse, lo que recuerda que hace días se reveló que Alfaro intentó denunciar un soborno por parte del círculo cercano de Giammattei.
Ecuador sigue en vilo y va a segunda vuelta
En unos comicios en los que dos aspirantes a la presidencia votaron portando chaleco antibalas tras el asesinato de un contendiente, Ecuador eligió a su futuro presidente, pero sin resultado, pues no bastó una ronda para conocer al ganador.
Tras una jornada extremadamente vigilada por 100 mil policías y militares, el Consejo Nacional Electoral (CNE) confirmó que la correísta Luisa González y Daniel Noboa, uno de los que se protegió para ir a las urnas, disputarán la sucesión de Guillermo Lasso, quien adelantó los comicios tras una crisis política en la que disolvió la Asamblea Nacional.
Al reconocer que la tendencia era irreversible tras rebasar 70 por ciento del recuento, la titular del órgano electoral, Diana Adamaint, anunció que la nación volverá a las urnas en octubre próximo, pues ninguno de los contendientes superó 50 por ciento del sufragio.
Pero aplaudió que, pese al clima de violencia e incertidumbre, pues en las últimas semanas tres aspirantes sufrieron atentados, los comicios cerraron con normalidad gracias al compromiso cívico y democrática de la población.
Según las autoridades no hubo incidentes en unas elecciones en la que se exhortó a la población a agilizar el trámite y no llevar mochilas ni bolsos grandes que retrasarían el ingreso para sufragar.
La disputa a finales de año será entre González, del movimiento del exmandatario Rafael Correa que sumó 33.15 por ciento de la preferencia, y Noboa, el millonario que obtuvo 23.88 por ciento del voto, quien al cierre de las campañas se vio envuelto en un tiroteo, aunque la Policía y el Ministerio del Interior sentenciaron que no fue un ataque directo.
De inmediato la puntera externó que Ecuador está muy cerca de llevar a una mujer al gobierno al indicar que ayer “se rompió el miedo”; pero sus oponentes llamaron a no permitir tal acto, pues sería el retorno del correísmo al poder, cuyo líder huyó para evitar su arresto.
Por ello, su rival y el más joven de los contendientes pidió a sus simpatizantes mantener la ruta como hasta ahora, pues aún no logran el objetivo, aunque descartó posibles alianzas.
Pero la jornada no se fue intacta, pues la inseguridad acaparó los reflectores.
Ejemplo de ello fue que Christian Zurita, sustituto del aspirante Fernando Villavicencio ejecutado 11 días antes de los comicios, acudió a las urnas escoltado por más de 10 uniformados y vistiendo chaleco antibalas y casco, ante el temor de que el ataque contra el periodista de Movimiento Construye se repitiera.
Pese el miedo y la tensión, el abanderado llamó a salir a las calles con valentía para poner fin a los “momentos oscuros” que enfrenta el país, pero su mensaje a los medios duró apenas unos minutos, pues el resguardo policial lo interrumpió al sacarlo de la zona.
Por la noche, Zurita admitió la derrota, pero afirmó que como organización deben estar orgullosos con un tercer lugar, una forma de honrar a Villavicencio. Cabe destacar que cerró a siete puntos del segundo lugar, pese a que prácticamente no hizo campaña y su único objetivo fue dar forma al proyecto del periodista ejecutado el pasado 9 de agosto.