Luego de pegar la noche del pasado 7 de julio como huracán nivel 1 en Texas, Beryl se degradó la mañana de ayer y tocó tierra como tormenta, pero mantuvo el potencial de riesgo al causar tres decesos en Houston, con lo que escala a 14 el saldo letal desde que golpeó el Caribe.
El condado de Harris confirmó las muertes al detallar que dos residentes de 53 y 74 años fueron hallados sin vida en sus respectivas casas, luego de que árboles las aplastaran, y horas después la Policía notificó que un colega perdió la vida al quedar atrapado en una inundación.
Y ya se contabilizan severos daños con dos millones de hogares sin luz tras el derribo de infraestructura eléctrica, según reportes de Power Outage y Center Point Energy, viviendas y negocios anegados o entre escombros en Lake Jackson, Galveston y Sargent por las intensas lluvias.
Por ello, 120 regiones están en emergencia ante un panorama desolador, pues el Centro Nacional de Huracanes alertó que seguirán las condiciones climáticas peligrosas que obligaron a cerrar puertos y cancelar mil 300 vuelos.
Además, personal labora para restablecer el servicio eléctrico que tiene a oscuras a Texas y sin fecha para resolverlo.