El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, planea anunciar una nueva política que elimina la amenaza de deportación para unos 490 mil inmigrantes y cónyuges de ciudadanos estadounidenses.
La medida que según la prensa se anunciará mañana 18 de junio permitirá a las parejas de residentes legales sumarse a un programa de “libertad condicional” con el que evitarán su deportación y se les ofrecerá permisos de trabajo sólo si vivieron en el país durante al menos diez años.
La política también pone fin a una barrera legal para que migrantes calificados puedan solicitar la residencia permanente y, eventualmente, la ciudadanía.
Además, se espera que el demócrata haga más anuncios en favor de migrantes ya asentados en el país como que los beneficiarios del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) sean elegibles para visas, en lugar de sólo una autorización de trabajo temporal.
Los cambios llegan en un año electoral crucial y en un contexto de presión política para que el mandatario Biden demuestre control en la frontera con México, la cual ha sido testigo de niveles históricos de inmigración desde que llegó a la Casa Blanca.
Defensores de la inmigración elogiaron el cambio de política al afirmar en conferencia telefónica que en muchas ocasiones este sector no obtiene un estatus legal, a pesar de tener vínculos profundos en el país.
Nanette Barragán, representante demócrata por California y presidenta del grupo hispano del Congreso, dijo a The Associated Press que la política provocaría “lágrimas de alegría” y “suspiros de alivio” en las familias beneficiadas; mientras que senador demócrata por California, Alex Padilla, calificó la acción como un acto de “justicia” que “debía haber ocurrido hace mucho tiempo para las personas que han estado esperando, pero que son clave para tantas familias y comunidades prósperas”.
Grupos hispanos critican restricciones al sector
El presidente demócrata no se ha salvado de críticas de defensores de la migración y legisladores de su propio partido, especialmente aquellos que representan a grupos progresistas e hispanos, debido a las restricciones significativas impuestas recientemente a los migrantes que buscan asilo la cruzar la frontera sur.
El Caucus Hispano del Congreso le insistió al Ejecutivo a actuar para proteger a los cónyuges de ciudadanos estadounidenses de la deportación, así como considerar políticas para facilitarles visas de trabajo a graduados de universidades estadounidenses que llegaron a EU sin autorización cuando eran niños.
Mientras que su rival político, expresidente y magnate Donald Trump declaró que deportará a millones de migrantes si regresa a la Casa Blanca, intensificando la retórica antiinmigración que caracterizó durante su administración.
JVR
