Joe Biden, presidente de Estados Unidos, se lanzó contra su oponente republicano, Donald Trump, al ratificar que en la contienda electoral ya sólo quedan ellos y enfatizar que su rival es un líder antiinmigrante y de conducta “peligrosa”.
Desde el Congreso, aprovechó el que podría ser su último discurso sobre el estado de la nación para remarcar las diferencias entre él y el magnate al descartar resentimientos, pues dijo que aún pueden trabajar juntos por asegurar la frontera, tema que tanto demócratas como republicanos ondean como bandera de campaña para ganar el respaldo de millones de votantes.
Al aludir a su “predecesor”, sin nombrarlo, el líder de la Casa Blanca sostuvo que los planes de ambos son contrastantes. Y dejó en claro que a diferencia de aquél nunca acusará a quienes irrumpen en los límites con México de “envenenar la sangre de EU” ni los demonizará ni separará familias, lo que provocó la euforia de su bancada y el rechazo de rivales, principalmente del líder de la Cámara de Representantes, Mike Johnson.
Una semana después de visitar Texas, igual que Trump, el demócrata sostuvo que a punto de asegurar la frontera con una iniciativa bipartidista, por órdenes del hoy camdidato de los republicanos se echó atrás al considerarla una pérdida para ellos, ignorando el objetivo de seguridad.
Por ello, lanzó, “podemos pelear o arreglarla”, en un discurso de más de una hora en el que pese a las críticas por su edad no tuvo tropiezos. Ironizó: “Si fuera inteligente me iría a casa” y enseguida resaltó sus avances en materia económica, generación de empleo y salud.
Y recalcó que son los rivales los que impiden un plan en la frontera, lo que provocó que simpatizantes del Make America First Again lo abuchearan, mientras aseguraba que Donald Trump seguramente lo estaba viendo. El hecho tuvo rápida respuesta, pues el magnate atacó ese discurso “lleno de odio” en el que dijo trata de ocultar la devastación que provocó tras su gestión, esto mientras su aliado Johnson negaba con la cabeza el mensaje de Biden luego de afirmar hace días que México aceptaría cualquier condición en la frontera.
En tanto, Biden arreció las críticas contra su rival, quien insiste en su retórica antimigrante, pues aseveró que a diferencia de éste no criminalizará a quienes irrumpen ilegalmente. Por el contrario, dijo que su objetivo es restaurar el sistema heredado hace casi cuatro años y reducir los plazos que tardan en deportar a los solicitantes de asilo.
Tras afirmar que llegó a “despertar al Congreso”, apuntó que el plan de sumar más policías fronterizos, agentes de asilo y jueces es cambiar la dinámica en la región y agilizar los procesos para reducirlos de siete años a sólo seis meses, pues ello será el mensaje más contundente para evitar que hagan las travesías en las que pagan hasta ocho mil dólares (alrededor de 130 mil pesos) a traficantes.
E insistió que está en sus manos sellar la frontera y no sólo denostar a los ilegales, pues pese a los abucheos arremetió contra Trump al sostener que éste no logrará “enterrar la verdad” en torno a la insurrección del 2021, que se vincula con dos de los juicios que enfrenta, pues abundó que él sería una amenaza para el país, al revocar derechos y libertades como el aborto y minimizar riesgos reales como los tiroteos. Rememoró la ocasión en que Trump se refirió al intento de asalto al Capitolio y pidió “supérenlo”, sólo que esta vez el jefe de la Casa Blanca reviró con un “párenlo”.
El Ejecutivo evidenció el lazo de Trump con el mandatario ruso, Vladimir Putin, otra amenaza a escala mundial. Frente a los congresistas, aseveró que la conducta del empresario es “inaudita, peligrosa e inaceptable”, pues alentó al invasor a atacar a naciones aliadas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Asimismo, envió un mensaje a Putin y al Congreso al referir que la victoria de Volodimir Zelenski es posible, pues “puede detener (al Kremlin)… si estamos del lado de Ucrania”, al abogar por más paquetes económicos, pues dicha región es lo que pide, no soldados.
Asimismo, en el amplio mensaje también dedicó unas palabras a China al argumentar que no busca ningún conflicto sino competencia, pese a que ha denostado al régimen oriental.
