“Si el equipo de Biden pone en práctica sus promesas de campaña sobre inmigración desde que tome posesión de la presidencia, creará una crisis total”, aseguró este martes Mark Morgan, comisionado interino de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) de Estados Unidos.
“Esas promesas, que incluyen la extensión de DACA (el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), el fin del Memorando de Protección de Migrantes, la provisión de cuidados de la salud (a los indocumentados) invitan a más migrantes", aseguró en una teleconferencia de prensa.
"La frontera importa, y la negligencia en su seguridad tiene consecuencias. Se nos calificó de racistas, se dijo que lo que estábamos haciendo era inmoral, pero seguimos adelante", abundó.
Morgan también calificó de "monumental" la construcción de vallas a lo largo de unos 720 kilómetros en la frontera con México.
El comisionado interino dijo que el 31 de diciembre se le notificó que se habían completado 724 kilómetros de nuevas vallas, un tramo del muro proyectado para los 3 mil 200 kilómetros de la frontera de Estados Unidos con México, que fue una de las principales promesas del presidente saliente, Donald Trump, tanto en su campaña presidencial en 2016 como en buena parte de su gestión que concluye el próximo 20 de enero.
"Tuve que sonreírme: los medios y los críticos habían dicho que no podría hacerse. Pero lo hicimos. Es un logro notable, un logro histórico de este Gobierno", dijo Morgan..
Aunque Trump sigue negándose a reconocer su derrota electoral, Morgan se refirió a la transición "potencial" del Gobierno y a los contactos que han mantenido con el personal de Biden que se ocupará de inmigración.
"Estamos viendo ya un incremento en las capturas de indocumentados en la frontera. Las cifras preliminares de diciembre muestran unas 74 mil detenciones; esto es 7 por ciento más que en noviembre", afirmó.
El equipo de gobierno de Biden, añadió, "encara opciones claras: una estrategia efectiva para la inmigración o la frontera abierta".
A poco más de dos semanas para que termine la presidencia de Donald Trump, las constructoras trabajan a marchas forzadas para construir el mayor cantidad de muro fronterizo cono sea posible, una obra que Biden prometió durante su campaña que detendrá tan pronto asuma el poder.