Guatemala avivó la incertidumbre electoral al suspender al Movimiento Semilla por presunta corrupción a menos de cinco semanas de la segunda vuelta presidencial, hecho que el partido ve como una intervención presidencial en un intento de frenar su ascenso al poder, al ser una medida sin precedentes.
En medio de las tensiones por la oficialización del resultado del pasado 25 de junio, un juez despojó de la personalidad jurídica a la organización declarada anticorrupción y que abandera a Bernardo Arévalo al justificar que ésta registró ilegalmente a miles de personas para convertirse en fuerza política.
El mismo día en que la autoridad electoral ratificó el resultado y que la segunda ronda se celebrará el próximo 20 de agosto, el fiscal Especial Contra la Impunidad, Rafael Curruchiche —el mismo que hace un año fue sancionado por Estados Unidos por falsear cargos contra rivales—, detalló en un video que la investigación contra el finalista de la contienda comenzó desde mayo del 2022, tras una denuncia de un ciudadano por adherirlo sin su consentimiento.
De inmediato se amplió el expediente y destapó un caso de falsificación y corrupción, pues dicen que falsearon el registro de cinco mil militantes, registraron a difuntos y hasta repitieron una firma en varias ocasiones.
Además, en dicho proceso pagaron por juntar esas rúbricas hasta 380 mil pesos, lo que apunta a lavado de dinero para lograr su objetivo de convertirse en partido y disputar cargos de elección popular, pues Curruchiche recalcó que se desconoce el origen de esos recursos, al tiempo que recordó que Semilla se deslindó de la persona a la que señaló como responsable de esa hoja irregular.
Ante la situación, ese movimiento adelantó que ya analiza su situación para defender la democracia, evidenciando que el objetivo es sacarlos de la contienda.
Ello recuerda que sorpresivamente su movimiento quedó en segundo lugar y Arévalo podría quedar fuera en el mismo proceso en el que el país sacó al puntero antes de la primera vuelta, pues no se definió si su candidatura sigue firme.
Al respecto, Bernardo Arévalo sentenció que el poder tiene miedo de su movimiento, al asestar en un tuit que “los poderosos ya no quieren que el pueblo decida libremente su futuro, pero los vamos a vencer”, al insistir que ni el partido ni los electores serán pisoteados.
Por ello, instó a la población a confiar en su fuerza, pues en “Semilla estamos dispuestos a defender la democracia y sus votos junto a ustedes”, al considerar que se convirtió en una amenaza para el gobierno, mismo que prefiere que la otra finalista, Sandra Torres de Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), se convierta en la sucesora de Giammattei.
Mensaje que respaldó su compañera de fórmula y aspirante a vicepresidenta, Karin Herrera, quien denunció en la misma red social que “estos obstáculos fueron puestos por los mismos de siempre”, pero advirtió que no permitirán que la democracia en la nación se siga deteriorando, al ofrecer un cambio.
