Cientos de simpatizantes del expresidente de Brasil Jair Bolsonaro tomaron el Palacio presidencial, el Congreso y el Tribunal Supremo en un fallido intento de golpe de Estado que terminó con 400 detenidos, luego de que el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva recuperó las riendas al advertir que serán “castigados”.
Quienes insisten en que el ultraderechista, quien dejó el país, fue víctima de un fraude marcharon rumbo a la sede legislativa a una semana de la asunción de quien tachan de ilegítimo.
Reprobable y antidemocrático el intento golpista de los conservadores de Brasil azuzados por la cúpula del poder oligárquico, sus voceros y fanáticos...Andrés Manuel López Obrador<br>Presidente de México
En el inmueble la turba que portaba los colores de la bandera nacional evadió la seguridad tras fuertes choques con agentes e irrumpió en el Senado y la Cámara de Diputados, pues ni el gas lacrimógeno la disuadió y avanzó, rompió ventanas y puertas para llegar hasta el pleno.
Ahí tomó fotos justificando que le pertenece el recinto, pues la mayoría es de extrema derecha. Sin embargo, la situación escaló y durante horas los disidentes recorrieron sin freno las instalaciones en su intento por replicar el asalto al Capitolio en Estados Unidos del 2020, pues provocaron incendios, destruyeron inmobiliario y extendieron las invasiones hasta el Tribunal Supremo en donde arrancaron la puerta de la oficina del magistrado Alexandre Moraes, con quien Bolsonaro chocó reiteradamente durante su gestión.
Dicho objeto se convirtió en un trofeo de los insurrectos, quienes ávidos corrieron a tomarse fotos como señal de triunfo ante quien, dicen, bloqueó al líder brasileño, pese a que fue él quien amagó constantemente con desaparecer ese órgano.
Condeno el asalto a la democracia y a la transferencia pacífica del poder en Brasil.Joe Biden<br>Presidente de EU
Las instituciones democráticas de Brasil cuentan con todo nuestro apoyo...
En tanto, otro sector se apostó en los jardines del Palacio de Gobierno e impulsado por los aliados irrumpió de manera violenta en la sede en donde sustrajeron armas de la Presidencia, según el diario Metropoles, como reto contra quien, consideran, le robó la reelección a Bolsonaro.
Tras los hechos sin precedentes, Lula, aliados, opositores y líderes de la región repudiaron los actos violentos.
El izquierdista recriminó que disidentes aprovechen que su gobierno sigue en construcción para dar este golpe. En conferencia advirtió que los fascistas vándalos responderán por sus actos, pues ordenó mediante un decreto el despliegue de las fuerzas federales para retomar el control, pues el Ministerio de Justicia recalcó que ningún rebelde pondría de cabeza al país, y una investigación.
Toda mi solidaridad a @lulaOficial y al pueblo de Brasil.Gustavo Petro<br>Presidente de Colombia
El fascismo decide dar un golpe.
Las derechas no han podido mantener el pacto de la no violencia...
En respuesta, policías y militares reforzaron las sedes de los tres poderes de Brasil, tomaron su control y detuvieron a cientos de bolsonaristas, quienes fueron captados sentados en el suelo y podrían ser imputados por daños al patrimonio o “tentativa de destitución de un gobierno legítimamente electo”, que se castiga con hasta 12 años en prisión, según el Código Penal. Incluso, se reveló que el propio Moraes decretó prisión preventiva contra los primeros trasladados.
Y mientras avanzan las indagatorias para identificar a los que “financiaron” estos hechos, ya ponen la mira en la Policía y el Ejército, pues no descartan ayuda interna. El presidente admitió posible “mala fe” o “incompetencia” al ser rebasados en los actos que se advertían desde la segunda vuelta, cuando Bolsonaro se negó a reconocer su derrota.
En tanto, gobiernos estatales ofrecieron enviar personal para recuperar la vía democrática en el país, al tiempo que esperan una reunión de seguridad ante el riesgo de que estas acciones se repitan, sin que se reporte un saldo de heridos.
Impresentable el ataque a los tres poderes del Estado brasileño por parte de bolsonaristas. El gobierno de Brasil cuenta con todo nuestro respaldo frente a este cobarde y vil ataque...Gabriel Boric<br>Presidente de Chile
De inmediato el gobierno de Lula fue respaldado por aliados quienes repudiaron el vandalismo y hasta actos terroristas, mismos que también descalificaron los opositores. El líder del Partido Liberal (PL), Valdemar Costa Neto, admitió total “vergüenza” de quienes rechazan el gobierno de Da Silva.
Y tras un prolongado silencio, Bolsonaro reaccionó contra las protestas, pero también contra Lula al desmentir que esté detrás del atentado contra los poderes. En una serie de tuits descartó cualquier nexo con estos actos violentos y recalcó su rechazo a “las acusaciones, sin pruebas, que me atribuyó el actual jefe del Ejecutivo”, ahondando la división que persiste en el país desde las campañas electorales del año pasado.
Condenamos enérgicamente los actos violentos y antidemocráticos en Brasil, con el objetivo de generar caos e irrespetar la voluntad popular expresada con la elección de Lula...Miguel Díaz-Canel<br>Presidente de Cuba
En tanto, homólogos de Lula y líderes de América Latina externaron su solidaridad a ese gobierno y total rechazo al intento de golpe de Estado. Andrés Manuel López Obrador (México), Gustavo Petro (Colombia), Gabriel Boric (Chile) y Miguel Díaz-Canel (Cuba), entre otros, reprobaron los atentados contra un gobierno aliado, lo que pone en entredicho la democracia y va en contra también del pueblo, el que votó por el retorno de Lula. Incluso, el presidente de EU, Joe Biden, tachó de “indignantes” los actos que se produjeron casi en el aniversario del asalto al Capitolio.