El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, rompió el silencio dos días después de las elecciones y reconoció que el resultado del pasado 30 de octubre le deja un sentimiento de “injusticia en el país”.
En su discurso no mencionó a su contrincante, Luiz Inácio Lula da Silva, ni se dio por derrotado.
Sin embargo, minutos después Ciro Nogueira, jefe del gabinete de la actual administración brasileña, afirmó que Bolsonaro autorizó el inicio del "proceso de transición" con el equipo de Luiz Inácio Lula da Silva, consignaron agencias como AFP.
El aún mandatario agradeció a los más de 58 millones de brasileños que lo respaldaron y dijo que las movilizaciones que se han registrado desde ayer son “fruto de indignación y sentimiento de injusticia”.
Sin embargo, aseveró que respetará la Constitución, un signo de derrota luego de un encuentro con sus ministros en medio de fuertes presiones a dar un posicionamiento sobre la situación para evitar tensiones en el país o una mayor división, mientras cientos de ciudadanos protestas y bloquean carreteras en el país como muestra de apoyo.
Refirió que su gobierno no debe tomar medidas "como las de la izquierda".
FGR