El primer ministro libanés, Hassan Diab, advirtió ayer que los responsables de las explosiones en un almacén del puerto de Beirut, que habían cobrado hasta poco después de las 4:00 de la madrugada (hora local) más de 78 vidas, además de dejar alrededor de cuatro mil heridos, tendrán que rendir cuentas y pagar por sus actos.
“Lo que sucedió hoy no pasará sin que se rindan cuentas. Los responsables de esta catástrofe pagarán el precio”, advirtió en un discurso televisado, en el que también informó que este miércoles será declarado día de luto nacional.
Lo que sucedió hoy no pasará sin que se rindan cuentas. Los responsables de esta catástrofe pagarán el precioHassan Diab, Primer ministro de Líbano
Aunque en primera instancia el ministro de Salud, Hamad Hassan, aseguró que la detonación se había originado en un barco cargado con fuegos artificiales, más tarde fue el director general de Aduanas, Badri Daher, quien detalló que la enorme explosión se debió al estallido de un almacén de materiales explosivos que habían sido confiscados en años anteriores, según reportó la cadena qatarí Al Jazeera.
Esta versión fue confirmada por el propio Diab, quien detalló que lo que explotó fue un cargamento de dos mil 750 toneladas de nitrato de amonio, aseguradas en 2014. Este compuesto químico es utilizado como fertilizante, conservador de alimentos y para producir explosivos.
(Parece) un accidente causado por un incendio. Sugiero precaución con la especulación: no veo ninguna razón para no creer los informesGabi Ashkenazi, Ministro de Relaciones Exteriores israelí
Sin embargo, no se aclaró qué causó el incendio inicial en un silo de trigo —el cual incluso ya era atendido por un equipo de bomberos, que “desapareció” tras el estallido, según informaron las autoridades—, mismo que se extendió y desencadenó la explosión. Por ello es que la declaración de Diab podría señalar que los culpables que se buscan son por negligencia o por tratarse de un siniestro provocado.
Y es que Israel y el grupo militante libanés Hezbolá, considerado por varios países como una organización terrorista, son enemigos acérrimos y han escalado las tensiones debido a enfrentamientos recientes en la frontera. Apenas el lunes, el Ejército de Israel eliminó a cuatro presuntos terroristas que dejaron un paquete sospechoso en la frontera con Siria.
El asunto con el Líbano todavía está en el aire. Golpearemos a cualquiera que intente atacarnos y este principio se aplica a cualquieraBenjamin Netanyahu, Primer ministro de Israel
Una semana atrás, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió a Hezbolá que no dudaría en atacar nuevamente si lo consideraba necesario y el lunes dijo que “el asunto con Líbano todavía está en el aire. Golpearemos a cualquiera que intente atacarnos”.
Las dudas de que hubiera sido un hecho provocado fueron avivadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien citó a militares para decir que los hechos, más que una explosión industrial, tenían pinta de “un terrible ataque” y se aventuró aún más, señalando que pudo utilizarse “algún tipo de bomba”.
Sin embargo, Israel, que no suele confirmar oficialmente los ataques que lanza a otros países, se movilizó inmediatamente para desmarcarse de los hechos, a través de declaraciones anónimas de altos funcionarios a la televisora oficial Kan, así como distintas agencias internacionales, como Reuters y The Associated Press, en las que dejaron en claro que “Israel no tiene nada que ver con el incidente”.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Gabi Ashkenazi, consideró que la violenta explosión en Beirut parecía más bien “un accidente causado por un incendio. Sugiero precaución con la especulación: no veo ninguna razón para no creer los informes”.
Fuentes oficiales de Israel anunciaron que ofrecieron ayuda humanitaria a Líbano, a través de canales extranjeros, ya que no hay relaciones diplomáticas entre ambos países.
ZONA DE DESASTRE
Tras el incidente, el presidente libanés, Michel Aoun, convocó a una “reunión urgente” del Consejo Superior de Defensa. En ella, se determinó declarar a Beirut “zona de desastre” y un estado de emergencia de dos semanas, entregando la responsabilidad de seguridad a las autoridades militares.
Después de la reunión se anunció que se le encargó a un comité de investigación que determine quién fue el responsable de la explosión en cinco días, las familias de las víctimas recibirán una indemnización y momentáneamente el tráfico de importación se enrutará al puerto de Trípoli, en el norte del Líbano.
Asimismo, Aoun sí apuntó a la existencia de negligencias, pues consideró que es “inaceptable” que dos mil 750 toneladas de nitrato de amonio se hayan almacenado en un almacén durante seis años sin medidas de seguridad, según declaraciones publicadas en la cuenta de Twitter de la presidencia. Aoun también prometió que los responsables enfrentarían los “castigos severos” .
Este hecho tuvo lugar sólo tres días antes de que un tribunal respaldado por la ONU emita su veredicto en el asesinato del exprimer ministro Rafiq Hariri, en un automóvil bomba hace más de 15 años. Ese atentado, que se cree que fue cometido por Hezbolá, fue ejecutado con una tonelada de explosivos, por lo que la detonación se sintió a kilómetros de distancia, como la de ayer, que incluso derivó en un sismo de magnitud 3.5.
La explosión no dejó de sorprender a un país que ha sufrido una guerra civil de 15 años, conflictos repetidos con Israel, asesinatos políticos y la actual crisis de carácter económico.