Los disturbios y reclamos por un supuesto fraude en Serbia provocaron el arresto de 38 disidentes por nuevos choques con policías y actos vandálicos.
Disidentes agrupados en el movimiento Serbia contra la Violencia denunciaron que el resultado del pasado 17 de diciembre no fue legal, como adelantaron observadores globales, y advierten que no lo reconocerán al exigir que se repita el proceso, en medio de presuntas anomalías.
Por ello, por segunda jornada consecutiva protestaron en las calles para exigir la repetición de los comicios, que supuestamente ganaron los populistas otra vez, e intentaron tomar el control del Congreso en plena Navidad. Sin embargo, en vez de hacerse escuchar los críticos causaron más intercambios a golpes con uniformados reforzados con escudos y toletes.
Las fuerzas del orden respondieron severamente para contener a los críticos del Gobierno y hasta lanzaron gas lacrimógeno e irritante para dispersar a los manifestantes furiosos.
Pero ello no los detuvo y éstos siguieron en su reclamo lo que desató duros golpes, acto que denunciaron como uso desproporcionado de la fuerza, pues en algunas imágenes se observa a oficiales agrediendo a civiles sin armas y tirados en el suelo, actos por lo que solicitaron la intervención de varias naciones de la Unión Europea (UE).
Pese a las denuncias, la Policía aseveró que responderá a “cualquier acto de violencia” lo que anticipa nuevos enfrentamientos, al tiempo que confirmaron que los capturados serán acusados de cargos por intentar derrocar al Gobierno.
