El asesinato del afroamericano George Floyd, en manos de un policía blanco que lo arrestó por supuestamente intentar pagar con un billete falso, ha hecho que el debate por la violencia policial estadounidense endémica vuelva al centro de atención, incluso con propuestas radicales de reforma a la ley de seguridad.
En su primer comentario público sobre el caso, el expresidente Barack Obama, sin mencionar a su sucesor, Donald Trump, pidió reformas policiales con una lista de propuestas en mano que, afirmó, ayudarán a reducir la violencia en contra de las minorías raciales.
Los estrangulamientos, dijo Obama, deberían estar prohibidos, los oficiales no deberían tener autorización para disparar a vehículos en movimiento. También pidió a los departamentos de policía establecer pautas claras sobre el uso de la fuerza y que los oficiales intervengan cuando otro oficial se extralimita.
“Insto a todos los alcaldes de este país a revisar su uso de las políticas de fuerza con los miembros de su comunidad y comprometerse con reformas”, dijo.
Minneapolis, la ciudad donde ocurrió el altercado que desató las protestas actuales, reavivó una iniciativa de décadas atrás que tiene que ver con abolir a la policía, en un llamado radical que implicaría hacer cambios en las políticas que reduzcan la dependencia de la ciudadanía en los oficiales, como despenalizar las drogas, el trabajo sexual y priorizar la prevención del delito sobre el castigo.
Este país fue fundado en protesta. Se llama la revolución americana. Cada paso de progreso y libertad se ha ganado a través de esfuerzos que hicieron que el status quo fuera incómodo”Barack Obama, Expresidente de Estados Unidos
En una reunión el pasado martes, el ayuntamiento acordó que era necesaria una reforma policial drástica, pero aún no había llegado a un consenso sobre la ruta que tendría que seguir para poner en marcha un cambio tan profundo en el sistema de seguridad ciudadana.
En Washington DC, la Cámara de Representantes planea regresar a sesiones antes de lo previsto, para votar un paquete legislativo que aborde la brutalidad policial y las injusticias más amplias que enfrenta la comunidad afrodescendiente.
La líder de la Cámara alta, Nancy Pelosi, después de respaldar a algunos manifestantes en la calle, escribió en Twi-
tter que el Congreso necesita promulgar reformas. “Detener la violencia policial debe ser una prioridad en este país si queremos llegar a un acuerdo con la historia de injusticia racial de Estados Unidos. Debemos abordar el uso mortal de la fuerza por parte de la policía y reformar las prácticas policiales”, escribió.
PEQUEÑO PASO HACIA LA JUSTICIA. El fiscal de Minnesota, Keith Ellison, aumentó y elevó los cargos contra el exoficial de policía que sometió y asesinó a George Floyd, el pasado 25 de mayo.
Después de que Derek Chauvin, como se identifica al responsable de la muerte de Floyd, fuera acusado sólo de homicidio accidental, un atenuante para su liberación con fianza, la Fiscalía le impu-tó asesinato en segundo grado, una situación que ahora le complica librar sus responsabilidades.
Además, los otros tres oficiales implicados en el arresto de Floyd, Thomas Lane, Tou Thao y J. Alexander Kueng, fueron acusados de instigar el asesinato. De acuerdo con los argumentos, estos hombres ayudaron a contener a la víctima, al apuntarle con un arma y sumarse al sometimiento que acarreó su muerte.
Los cuatro oficiales acusados ahora enfrentan la misma sentencia máxima de 40 años en prisión.
El fiscal enfatizó que “ganar una condena será difícil” y señaló que la Oficina del Fiscal de Hennepin, que lideró originalmente el caso, es la única en Minnesota que ha obtenido una condena por asesinato para un oficial de policía, por lo que ganar el caso en favor de la familia de Floyd sería histórico.
