El fiscal especial, Jack Smith, presentó cargos adicionales contra el expresidente estadounidense Donald Trump por obstaculizar la investigación del Departamento de Justicia con lo que suma un total de 40 delitos en este proceso.
A más de un mes de que fuera acusado formalmente por el mal manejo de archivos secretos, mismos que retuvo deliberadamente, se reveló que el magnate republicano intentó ocultar y acaparar ese material al intentar borrar imágenes de las cámaras de seguridad de su residencia en Mar-a-Lago.
Según nueva información, que se hizo pública horas después de especulaciones de una tercera imputación por temas electorales tras sus intentos por anular el resultado del 2020 y su presunta implicación en el asalto al Capitolio, hubo intentos por bloquear al acceso de los investigadores que catearon su casa.
El objetivo era impedir que revisaran las grabaciones de vigilancia de la mansión y club de golf, pues éstas evidenciaban los planes por ocultar los documentos que reclamó Archivos Nacionales.
Y es que se observa que además de Trump y su asistente Walter Nauta hay un tercer implicado en obstruir las acciones de la Fiscalía, según la Fiscalía especial. Pues ese otro ayudante movió las cajas semanas antes de que agentes del FBI catearan la propiedad en Florida, donde decomisaron papeles que incluían información sobre actividad militar en el extranjero, lo que representa una violación a la Ley de Espionaje.
Pese a sus intentos de desaparecer los videos de vigilancia, el Departamento verificó los videos en los que se ve a Nauta y a un hombre identificado como Carlos de Oliveira mover los documentos así como en el pasillo del control de las cámaras de vigilancia.
Incluso, se enfatizó que el hombre de 36 años que apenas será acusado extendió al encargado de la seguridad del inmueble las intenciones del jefe de eliminar información crítica, pues ésta los dejaba al descubierto, luego de que presuntamente uno de los abogados del magnate revisara el lugar y entregara un paquete de archivos.
Además, se sabe que De Oliveira mintió al decir a agentes que nunca vio los papeles buscados y que desconocía por cuánto tiempo se almacenaban. Y según datos de la cadena NBC News el propio Trump llamó a De Oliveira por teléfono para darle indicaciones.
El hecho se registra el mismo día en que dos de los abogados del magnate, Todd Blanche y John Lauro, se reunieron con el fiscal especial por otro caso, mientras que la campaña de Trump se lanzó contra las autoridades al asegurar que estas acciones son “un intento de-sesperado del Departamento de Justicia para hostigarlo”.
Previamente, el mismo Trump rebajó el riesgo de nuevas acusaciones al sostener que el encuentro en Washington fue “una reunión productiva”, un tono optimista inusual para él, pues contrasta con su principal argumento de que el gobierno emprendió una cacería de brujas en su contra para impedir que compita en las elecciones del 2024. Y en su plataforma Truth Social alardeó del impacto de otra acusación en su contra al asegurar que ésta “destruiría aún más al país”.
