China comenzó un confinamiento parcial en la ciudad de Shanghái como parte de su estrategia “cero COVID-19” para controlar la pandemia, pues este domingo detectó otros tres mil 500 casos asintomáticos y 50 sintomáticos.
Un día antes se registraron dos mil 631 nuevos casos asintomáticos y 46 con síntomas. Es por ello que la ciudad tomó la decisión de encerrarse para contener el último y mayor brote del virus.
La medida se ejecutará en dos fases durante los próximos nueve días; seguirá la división de la ciudad que marca el río Huang Pu. La primera zona en cerrar es Pudong, desde este lunes hasta el viernes 1 de abril; le seguirán los barrios de Puxi, hasta el martes 5 del mismo mes.
Durante este periodo se harán diversas rondas de pruebas COVID-19 a los 26 millones de habitantes de Shanghái, capital económica de China. Es por ello que la situación generó interrogantes sobre el efecto económico que tendrá en el país.
Cabe recordar que, en total, la nación registró hasta el sábado cinco mil 072 casos, una de sus cifras más altas desde que controló el estallido de la pandemia en Wuhan hace dos años.
Tan sólo este mes, China reportó más de 56 mil infecciones, con un porcentaje de inoculación que ronda en el 87 por ciento, aunque es considerablemente más bajo entre las personas mayores.
Finalmente, datos nacionales publicados a principios de este mes mostraron que más de 52 millones de personas mayores de 60 años no cuentan con la vacuna contra COVID-19. Las tasas de refuerzo también son bajas, ya que solo el 56.4 por ciento de las personas entre 60 y 69 años recibieron el refuerzo.
Con información de Reuters y AP
MAEP
