El presidente de China, Xi Jinping, aseguró que la cuestión de Taiwán debe ser resuelta por el pueblo chino y destacó que Pekín nunca renunciará al derecho a usar la fuerza, pero que se esforzará por lograr una solución pacífica.
Taiwán, que China considera su propio territorio, respondió que no retrocederá en su soberanía ni comprometerá la libertad y la democracia.
Cabe resaltar que las tensiones entre Pekín y Taipéi aumentaron drásticamente en agosto, después de que China organizara ejercicios militares cerca de Taiwán tras la visita a este país de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi. Esas actividades han continuado, aunque a un ritmo reducido.
Xi dijo que China siempre “respetó, cuidó y benefició” al pueblo de Taiwán y se comprometió a promover los mercados económicos y culturales a través del Estrecho de Taiwán. “La resolución de la cuestión de Taiwán es un asunto propio del pueblo chino, y a él le corresponde decidir”.
“Insistimos en luchar por la perspectiva de la reunificación pacífica con la mayor sinceridad y los mejores esfuerzos, pero nunca prometeremos renunciar al uso de la fuerza y nos reservamos la opción de tomar todas las medidas necesarias”Xi Jinping, presidente de China
La oficina presidencial de Taiwán respondió a China que es un país soberano e independiente, y que un encuentro en el campo de batalla no es una opción.
“La posición de Taiwán es firme: ningún retroceso en la soberanía nacional, ningún compromiso en la democracia y la libertad, y el encuentro en el campo de batalla no es en absoluto una opción para los dos lados del Estrecho de Taiwán”, dijo en un comunicado.
Taiwán afirma que sólo su pueblo puede decidir su futuro y que las pretensiones de Pekín son nulas, ya que la República Popular China nunca ha gobernado ninguna parte de la isla.
lem