Aunque no hay razones para que el presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, interrumpa las relaciones con China, es pertinente analizar los riesgos de que esto ocurra, pues, después de todo, “el Trump tropical” es un hombre de extrema derecha que respalda el nacionalismo y rechaza el multilateralismo, como el presidente de EU, consideró en su editorial el China Daily, diario controlado por el gobernante Partido Comunista.
“Con Jair Bolsonaro, presidente electo de Brasil, prometiendo cambios radicales, tanto en la política nacional como en la exterior, ha habido especulación sobre las perspectivas de las relaciones China-Brasil”, se lee en la apertura del artículo.
“Y no sólo las empresas chinas que operan en Brasil, sino también las autoridades de Pekín, preguntarán: ¿Hasta qué punto el próximo líder del país más grande de América Latina interrumpirá la relación China-Brasil?”.
El planteamiento, continúa el China Daily, no suena descabellado ante la posibilidad de que Bolsonaro “copie una página del libro de jugadas” del presidente Donald Trump. “Se comprometió a rechazar a las instituciones internacionales multilaterales a favor de los acuerdos bilaterales, y se comprometió a trasladar la embajada de Brasil en Israel a Jerusalén”.
[caption id="attachment_820952" align="alignnone" width="711"] Gráfico: La Razón de México[/caption]
Además, reprochó que el futuro mandatario brasileño dibujara al país asiático y al propio Partido Comunista como depredador de las economías mundiales.
“Bolsonaro sonaba menos que amistoso con China en la campaña electoral. Presentó a China como un depredador que busca dominar sectores clave de la economía brasileña. Por lo tanto, no es sorprendente que la gente se pregunte si Bolsonaro, como lo ha hecho el presidente de los Estados Unidos, asestará un golpe sustancial a la relación entre China y Brasil, que de otro modo sería próspera”.
El China Daily subrayó, sin embargo, que las suposiciones sobre lo que el político populista podría hacer no pueden constituir una base para definir el rumbo de la relación bilateral y confió en que el presidente electo “se coma sus palabras” cuando esté en el cargo.
“No somos creyentes de la suposición popular de que las promesas hechas en la campaña son sólo para la campaña. O que Bolsonaro, el presidente, se comerá las palabras más extremas de Bolsonaro, el candidato”.
El Dato: En 1993, China y Brasil establecieron una asociación estratégica y en 2012 elevaron sus lazos al nivel de “asociación integral”.
En este sentido, el diario del Partido Comunista chino invitó a no caer en el pesimismo absoluto: “Aún así, apreciamos la sincera esperanza de que cuando asuma el liderazgo de la octava economía más grande del mundo, Bolsonaro mirará de manera objetiva y racional el estado de las relaciones China-Brasil”.
En el artículo, el Daily destacó la importancia que tiene China para el mercado brasileño. “Esperamos que Jair Bolsonaro sea consciente de que China es el mercado de exportación más grande de su país y la fuente número uno de excedentes comerciales. Más importante aún, las dos economías son verdaderamente mutuamente complementarias y difícilmente competidoras”, destaca.
“Si bien pudo emular al presidente Trump al ser franco para captar la imaginación de los votantes, no hay razón para que copie sus políticas comerciales, como han señalado muchos de sus partidarios”.