Luego de tres días de intensos combates en la Franja de Gaza, Israel y la Yihad Islámica acordaron una tregua que comenzó anoche cuando se contabilizaban hasta 44 muertos, entre ellos 15 menores de edad; sin embargo, ésta fue vulnerada al poco tiempo de que entrara en vigor con nuevas detonaciones y misiles lanzados.
Pese al compromiso para detener los bombardeos, el Ejército israelí informó que contraatacó a los extremistas, argumentando que esa agrupación rompió la negociación de un cese el fuego al impactar proyectiles al sur de la región, lo que activó las sirenas y el equipo de defensa, la Cúpula de Hierro, que interceptó la mayoría de estos cohetes.
Al respecto, desde Palestina, los combatientes rechazaron que ellos hayan lanzado misiles, como lo reportó el Ministerio de Defensa israelí, a sólo unas horas de que el primer ministro de esa nación, Yair Lapid, advirtiera que las operaciones para defender a su población de grupos rivales continuarían “por el tiempo necesario” para reducir significativamente la presencia y operaciones de estos criminales.
Los peores enfrentamientos desde el 2021, cuando ambas partes se enfrascaron en un conflicto que se prolongó 11 días, comenzaron desde el pasado 5 de agosto ante operativos del ejército israelí contra presuntos criminales de las milicias palestinas.
Tal fue el caso del despliegue “Amanecer”, en el que las fuerzas locales mataron a un alto mando de la organización terrorista, previo a las festividades de grupos ultranacionalistas, mismas que avivan las diferencias entre ambos bandos.
Y ante la escalada por la que ya suman más cientos de heridos, con apoyo del gobierno de Egipto, que busca la liberación de dos prisioneros, los involucrados alcanzaron un acuerdo para un alto el fuego en la región que históricamente ha dividido a Israel.
En medio de estos enfrentamientos, el ejército israelí mató al comandante Khaled Mansour, de acuerdo con información oficial en torno al saldo de un ataque contra un inmueble cerca de un campo de refugiados y en respuesta los milicianos rivales han lanzado unos 900 cohetes en poco más de 48 horas.
Al respecto, los combatientes extremistas confirmaron la baja de uno de sus líderes y dos milicianos más, debido a un ataque de alta precisión en la zona, mientras que el Ministerio de Salud palestino reportó que sigue al alza el número de víctimas con hasta 300 personas lesionadas, entre ellas decenas de niños, aunque no se especificó su edad. Y recriminó que la mayoría de bajas, hasta el momento, incluyendo a todos los menores, son de origen palestino.
Incluso, durante el fin de semana ambas regiones cruzaron acusaciones al señalar que las muertes de un grupo de palestinos ocurrieron por culpa de las fuerzas enemigas.
Los yihadistas culparon a los militares de la región vecina de derribar un edificio tras el impacto de un proyectil, por lo que atacaron posiciones estratégicas en Jerusalén y la capital Tel Aviv, ante lo que ese ejército se defendió asegurando que dicha acción fue un incidente defensivo al repeler un ataque.
Pese a las denuncias, las fuerzas israelíes ratificaron que siguen las operaciones de seguridad contra palestinos rebeldes, entre ellos el brazo armado Al Qods, pues tras redadas consecutivas arrestaron a 19 combatientes ligados al grupo islámico, responsable de la violencia en la zona. Entre los detenidos está Basaam Sadi, señalado como uno de los responsables de esta nueva espiral de violencia.
Lapid insistió que mientras los yihadistas sigan violando los acuerdos, sus fuerzas se reservan el derecho de responder con firmeza.