El asesinato de dos adolescentes venezolanos acusados de robo en Colombia, uno de ellos menores de edad, conmocionó a la población, pues horas después de que se difundieran fotos y videos de ellos maniatados por comerciantes, ambos aparecieron muertos por arma de fuego.
Los jóvenes de 12 y 18 años de edad fueron capturados por comerciantes cuando robaban en una tienda de ropa en Tibú, zona fronteriza con Venezuela, el pasado 8 de octubre.
Para amedrentarlos, les amarraron las manos con cinta adhesiva y advirtieron que los entregarían a las autoridades; sin embargo, pese a los llamados de los comerciantes afectados la policía nunca llegó.
Mientras esperaban a los agentes, sujetos armados se llevaron a los dos jóvenes a bordo de unas motocicletas y horas después, ambos jóvenes, que no han sido identificados, fueron hallados muertos cerca de una carretera, uno de ellos con un disparo en la cabeza. Incluso, se reportó que les colgaron al cuello unos letreros decían “ladrón”.
Ofrecen recompensa por homicidas
Luego del hallazgo de los cuerpos, la Policía de Norte de Santander ofreció una recompensa de 100 millones de pesos colombianos por información para dar con los presuntos responsables, mientras investigan los hechos para determinar el móvil de la agresión fatal.
Incluso, el coronel Carlos Martínez dijo que no se descarta la participación de grupos violentos como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) o las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Y calificaron el caso como prioritario para esclarecer de manera inmediata el presuntos secuestro y homicidio; mientras que la Fiscalía informó que integró un equipo de investigadores, criminalistas y forenses para concluir el expediente.
En tanto, comerciantes acusaron a la Policía de negligencia por desatender sus llamados en su intento de denunciar a los dos presuntos ladrones, pues nunca obtuvieron respuesta; por lo que recriminaron que se reaccione hasta que el caso se convirtió en un crimen violento.
ONU repudia doble asesinato
La Misión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Colombia recriminó el asesinato de los jóvenes y expresó sus condolencias a las familias de las víctimas.
Asimismo, hizo un llamado a respetar “la vida y protección de los niños y las niñas”.
En tanto, el presidente colombiano, Iván Duque, admitió que estos hechos duelen admitió que en esa región aún operan grupos ilegales.
Y advirtió que en su administración no se permitirá que este tipo de violencia prolifere en la frontera.
RFH