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Un tribunal italiano condenó a 16 años de prisión al ex capitán Francesco Schettino, al considerarlo culpable del naufragio del crucero Costa Concordia frente a las costas de la isla de Giglio el 13 de enero de 2012, donde fallecieron 32 personas.
Después de siete horas de deliberaciones, Giovanni Puliatti, presidente del colegio de jueces e Italia, dictaminó esta condena inferior a la solicitud de la Fiscalía, que pide 26 años y tres meses de cárcel.
El capitán del naufragado crucero de lujo Costa Concordia dijo el miércoles al tribunal que le juzga por las 32 muertes registradas en el siniestro que su "cabeza fue sacrificada" para salvaguardar intereses económicos.
Francesco Schettino se deshizo en lágrimas y no pudo terminar su declaración ante el tribunal de tres jueces antes de que los magistrados se retirasen para deliberar el miércoles sobre su papel en el siniestro de 2012 cerca de una isla italiana. Está acusado de homicidio, de causar el naufragio y de abandonar el barco antes de que se evacuara a los 4 mil 200 pasajeros y tripulantes.
El buque se estrelló contra un arrecife cuando navegaba demasiado cerca de la isla de Giglio.
En su último alegato, los abogados de Schettino pidieron al tribunal que tuviera en consideración los errores de otros tripulantes, y no sólo la conducta del capitán.
El abogado Donato Laino argumentó el miércoles que la fiscalía construyó su caso "en torno a una persona, no los hechos". Schettino dice que es un cabeza de turco.
Cinco empleados de Costa Crociere SpA, incluyendo cuatro miembros de la tripulación, pudieron llegar a un acuerdo con las autoridades. Ninguno fue a prisión.