Un tribunal de Países Bajos condenó a cadena perpetua a tres combatientes separatistas, dos rusos y un ucraniano, por el derribo del vuelo MH17 de Malasia, que desapareció del radar en 2014.
Los fiscales del caso declararon culpables a los sujetos identificados como Igor Girkin y Sergei Dubinski, de Rusia, y Leonid Jarschenko, de Ucrania, por el lanzamiento de un misil que acabó con la vida de 298 personas hace casi una década, pues tras varias investigaciones y un juicio que comenzó en 2020 se concluyó, según la evidencia, que los combatientes prorrusos usaron el proyectil tipo BUK para tirar la aeronave de Malaysia Airlines en territorio ucraniano.
El acto presuntamente premeditado es uno de los antecedentes de las disputas entre Rusia y Ucrania, pues éste ocurrió en la región de Donetsk, uno de los territorios que Rusia reclamaba como propio y que tras las invasión a Ucrania se anexó de manera ilegal al igual que Lugansk, Jerson y Zaporiyia.
A más de ocho años del crimen, hecho por el que se obligó a los acusados a pagar indemnizaciones millonarias, las familias de las víctimas se dijeron agradecidas por la sentencia, pues tras mucho tiempo en que perdieron a hijos, padres y amigos hoy se hace justicia; sin embargo, un cuarto acusado libró la condena, pues las autoridades admitieron que no había suficiente evidencia para vincularlo con el misil, de acuerdo con el juez Hendrick Steenhuis.
Tras la decisión en Países Bajos, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, destacó un importante paso para que los responsables “rindan cuentas”, pues dijo que los actos que quedan impunes les dan la fuerza a los enemigos de mantener sus delitos, en referencia a los crímenes cometidos por las fuerzas de Vladimir Putin en territorio ucraniano.
fgr