Pese a “brutales” represalias, el exoficial de Inteligencia de la Fuerza Aérea estadounidense David Grusch afirmó que sí existe “evidencia biológica” de vida extraterrestre, pero el Pentágono la oculta por un programa para indagar Objetos Voladores no Identificados (Ovnis).
En una audiencia ante el subcomité de Supervisión de la Cámara de Representantes que se extendió dos horas, declaró que los avistamientos datan de hace casi un siglo al sostener que EU tiene conocimiento de actividad no humana desde 1930 y esconde naves estrelladas con especies no humanas en su territorio, aseguradas para identificar su tecnología, al aplicar ingeniería inversa.
Bajo juramento, el militar retirado abundó que éste es un riesgo a la seguridad nacional que deben transparentar, ante dudas de que sea inteligencia militar extranjera. No obstante, EU sostiene que no se han corroborado sus dichos.
Grusch admitió ante quienes mostraron apertura para obtener respuestas que él no ha sido testigo de avistamientos, pero hay “pruebas contundentes”, luego de que el líder del comité, Glen Grothman, ironizó sobre el interés en la reunión “más emocionante” del Congreso.
Como exlíder de un programa de recuperación de satélites espía, Grusch dijo que le filtraron fotos, archivos y testimonios “legítimos” que no mostró por temor a acciones legales por difundir información confidencial. Y agregó que esos reportes no se investigan para frenar las teorías sobre seres de otros mundos.
Hecho que corroboraron otros dos militares, el expiloto de la Armada Ryan Graves y el excomandante de la Marina David Fravor en la misma sesión.
El primero llamó a hablar abiertamente del tema al admitir que si supiera lo que ocultan se cambiaría “la conversación nacional” y dejarían de subestimar los episodios que podrían tener relación con adversarios, en referencia a informes que los minimizan como drones, hecho que considera pone en peligro a todos los vuelos en el país.
Fravor relató que hace un tiempo se detectó un Ovni de gran tamaño, que desapareció abruptamente, pero no se investigó ante estigma, pues pilotos militares y comerciales no denuncian estos hechos lo suficiente, al reportar apenas cinco por ciento de las aproximaciones.
Y a pregunta expresa del comité los tres recalcaron que en estas acciones se podría recopilar información de reconocimiento sobre EU o sus capacidades.
Y pese a la negativa del gobierno de un presunto ocultamiento e insistencia de que las “anomalías inexplicables” resultan ser drones, globos, luces de otros aviones o simples ilusiones ópticas, Grusch abundó que puede aportar más información en la materia.
Para ello, solicitó una sesión cerrada y en instalaciones seguras para ofrecer nombres de testigos que corroboren lo dicho y sitios en los que podrían buscar tales pruebas, y expuso un presunto desvío de fondos para costear estas investigaciones no oficiales.
