El asesinato del exprimer ministro nipón Shinzo Abe a plena luz del día el viernes provocó estupor no sólo en Japón, sino en el mundo entero, que asocia al país con una tasa relativamente baja de crímenes y un estricto control de armas de fuego.
Abe pronunciaba un discurso en una estación ferroviaria de la región de Nara, en un evento de campaña para las elecciones a la Cámara Alta del Parlamento nipón previstas para este domingo. De acuerdo con un video emitido por la emisora pública NHK, el expremier estaba de pie, con traje azul marino, y alzaba el puño cuando resonaron dos disparos.
“El primer disparo sonó como un juguete. Él no cayó, pero luego hubo un fuerte estallido. El segundo disparo fue más visible, se podía ver el estallido y el humo”, dijo una testigo.
La primera bala no alcanzó a Abe, quien se dio vuelta para mirar al pistolero y en ese momento fue alcanzado en el pecho y el cuello por un segundo proyectil, se llevó las manos al pecho, con la camisa manchada de sangre. Luego, se vio a los guardias de seguridad derribar a un hombre de camisa gris y sostenerlo de bruces sobre el pavimento.
El exmandatario ingresó en “condición crítica” al Hospital de la Universidad Médica de Nara a las 12:20 horas, donde los médicos hicieron lo posible para salvarlo, aunque no tenía signos vitales y presentaba paro cardíaco cuando llegó.
“La bala le atravesó el corazón, tenía un gran agujero en el corazón. Intentamos una transfusión de sangre, pero no pudimos mantener su vida. Murió desangrado”, dijeron los responsables médicos, que declararon su deceso a las 17:03 horas.
La Policía identificó a Yamagami Tetsuya, un hombre desempleado de 41 años y exmiembro de las Fuerzas Marítimas de Autodefensa (Ejército nipón), como el agresor. Las autoridades informaron también que la residencia del sujeto fue allanada.
Según la policía, el arma sería de elaboración casera. Específicamente eran dos tubos unidos con una cinta adhesiva negra: “es una afirmación del sospechoso, y hemos determinado que (el arma) es claramente de apariencia artesanal, aunque nuestro análisis está en curso”.
El agresor le dijo a la policía que estaba insatisfecho con Shinzo Abe y que, por ese motivo, quería matarlo:
“el sospechoso declaró tener rencor hacia cierta organización, y confesó haber cometido el crimen porque creía que (...) Abe estaba vinculado con ella”.
“Cualquiera que sea el motivo, un acto barbárico como este no puede ser tolerado y lo condenamos con firmeza”, dijo el jefe de gabinete, Hirokazu Matsuno.
Los mítines electorales suelen celebrarse en Japón en plena calle y con escasas medidas de seguridad, debido al bajo índice de criminalidad y de ataques con armas de fuego propios del país asiático.
El hecho ocurrió en uno de los países con leyes más estrictas de acceso a armas de fuego. Para que los ciudadanos japoneses compren un arma, deben asistir antes a una clase que dura todo el día, aprobar un examen escrito y completar una prueba de campo de tiro, con una precisión mínima del 95 por ciento.
Los candidatos también son sometidos a una evaluación de salud mental, realizada en un hospital, y el gobierno hace una verificación exhaustiva de antecedentes. Sólo se pueden comprar escopetas y rifles, y las evaluaciones deben repetirse cada tres años.
CONSTERNACIÓN MUNDIAL
El asesinato de Abe fue condenado por líderes de todos los continentes.
“Es una tragedia para Japón y para todos los que le conocían. Por encima de todo, se preocupaba profundamente por el pueblo japonés y dedicó su vida a su servicio”, declaró el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
También los exmandatarios estadounidenses Donald Trump y Barack Obama lamentaron el hecho.
En tanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, dirigió un mensaje a la madre y la viuda de Abe en el que dijo: “les deseo (...) valor ante esta gran pérdida irreparable.Hermosos recuerdos de este hombre notable permanecerán para siempre en los corazones de aquellos que lo conocieron”.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, decretó luto oficial en todo el país durante tres días, en tanto que el primer ministro indio, Narendra Modi, decretó un día de duelo nacional.
El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, consideró el asesinato “un hecho muy lamentable. Estaba en un acto, una campaña, hay elecciones (...) y fue agredido. Le trataron de salvar la vida, pero no fue posible. Nuestro pésame al pueblo y al gobierno de Japón”.