Corea del Norte declaró victoria contra COVID-19, por lo que eliminó el uso obligatorio de cubrebocas y otras reglas de distanciamiento social este sábado, después de tres meses de reconocer por primera vez el brote del virus en el país.
Cabe recordar que el líder Kim Jong Un presidió una reunión el miércoles en la cual ordenó el levantamiento de las máximas medidas de sanidad, impuestas en mayo.
No obstante, agregó que Corea del Norte debe mantener una "barrera antiepidémica resistente como el acero”, de acuerdo con Reuters.
Bajo el cambio a un sistema antiepidémico "normal", desde un sistema de "nivel superior", Corea del Norte también suspendió el límite en el tiempo de servicio de las instalaciones comerciales y públicas en todas las áreas, excepto las regiones fronterizas.
Por otra parte, a que quienes experimentan síntomas respiratorios se recomendó seguir usando cubrebocas; instó a la gente a mantenerse alerta contra las "situaciones anormales" que Pyongyang citó como las causas de las infecciones.
Sistema contra COVID-19 "al estilo coreano”
El gobierno nunca confirmó cuántas personas contrajeron COVID-19, aparentemente debido a la falta de medios para realizar pruebas generalizadas, y sólo notificó el número diario de pacientes con fiebre.
El recuento aumentó a unos 4.77 millones, y no registró nuevos casos de este tipo desde finales del mes pasado. Ante ello se dio la declaración, y a pesar de que no se conoce un programa de vacunas.
En el balance oficial sólo reconocen 74 decesos, lo que supone una cifra de mortalidad mucho más baja que Corea del Sur, que dispone de un sistema sanitario mucho más avanzado y una población ampliamente vacunada.
Bajo este panorama, el líder afirma que todo se basó en bloqueos, medicamentos producidos en el país y en lo que Kim llamó el "ventajoso sistema socialista al estilo coreano".
Con información de Reuters
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