Malligyong-1

Corea del Norte coloca satélite espía

La agencia espacial norcoreana anunció que colocó con precisión el satélite Malligyong-1 en órbita el martes por la noche

Lanzamiento del satélite espía norcoreano Malligyong-1, ayer.
Lanzamiento del satélite espía norcoreano Malligyong-1, ayer. Foto: AP

Corea del Norte afirmó ayer haber colocado con éxito un satélite espía en órbita en su tercer intento de lanzamiento este año, lo que demuestra la determinación del país asiático de construir un sistema de vigilancia espacial durante las prolongadas tensiones con Estados Unidos.

La afirmación de Corea del Norte no pudo ser confirmada de forma inmediata e independiente. Los observadores dudan de que el satélite esté lo suficientemente avanzado para realizar reconocimientos militares, pero el lanzamiento generó una fuerte condena por parte de Estados Unidos y sus socios porque la Organización de las Naciones Unidas (ONU) prohíbe a Corea del Norte realizar lanzamientos.

La agencia espacial norcoreana anunció que colocó con precisión el satélite Malligyong-1 en órbita el martes por la noche, unos 12 minutos después del despegue desde el principal centro de lanzamiento del país.

La Administración Nacional de Tecnología Aeroespacial calificó el lanzamiento como un derecho legítimo de Corea del Norte a reforzar sus capacidades de autodefensa. Señaló que el satélite espía ayudaría a mejorar la preparación bélica del Norte frente a “los peligrosos movimientos militares de los enemigos”.

La agencia también indicó que el líder Kim Jong -un supervisó el lanzamiento en el lugar y agregó que Pyongyang proyectará varios satélites espías más.

La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Adrienne Watson, declaró que Washington condenó enérgicamente a Corea del Norte por el lanzamiento, diciendo que “aumenta las tensiones y corre el riesgo de desestabilizar la situación de seguridad en la región”.

Corea del Sur manifestó que el lanzamiento la obligaría a suspender un acuerdo intercoreano de reducción de tensiones de 2018 y reanudar la vigilancia aérea de primera línea de Corea del Norte. Mientras que el primer ministro japonés, Fumio Kishida, calificó el lanzamiento como “una amenaza grave que afecta la seguridad de la gente”.