La lucha entre el Departamento de Justicia de Estados Unidos y el expresidente Donald Trump continúa y el gobierno dio un paso más para concluir la revisión del material incautado en agosto, luego de que una corte federal empujó el fin del proceso para dentro de un mes.
Un día después de que la defensa del republicano pidiera ampliar los permisos al “maestro especial”, Raymond Dearie, un tribunal de apelaciones concedió al Departamento apurar el proceso con un cronograma que estima cerrar esta evaluación de los 11 mil documentos a más tardar a medios de noviembre.
Dicho sector dio una nueva ventaja a la parte acusadora, pues fue el mismo que limitó las acciones del llamado inspector, al considerar que no tiene nivel para revisar unos archivos incautados en la mansión de Mar-a-Lago, en Florida.
Mientras que las autoridades sostienen que la defensa del exmandatario busca interrumpir de cualquier modo la revisión, pues pretenden eliminar algunos documentos que el gobierno considera clave, pues esclarecerán cómo se transfirió la información presidencial hasta la residencia del magnate republicano.
Sin embargo, la pugna continúa, pues la Corte Suprema respaldó la petición de Trump y solicitó a la Justicia de EU que justifique el impedimento para que el juez que revisa los documentos no tenga acceso a papeles sellados como “ultraclasificados”; el aliado del exmandatario fue el que aceptó la petición del equipo legal al considerar que las acciones del gobierno bloquean la labor del perito.
Y horas después el expresidente habló nuevamente sobre la polémica redada en su mansión al asegurar que dicha estrategia política sólo busca silenciarlo.