La corte suprema de Brasil autorizó una investigación sobre presunta corrupción y obstrucción de la justicia por parte del presidente ultraderechista, Jair Bolsonaro, luego de que el ministro de Justicia saliente lo acusara de intentar interferir con las investigaciones de la Policía Federal.
La investigación de 60 días, aprobada por el juez de la Corte Federal Suprema José Celso de Mello Filho, sumerge a Brasil en una nueva crisis política mientras el país lucha por contener el mayor brote de coronavirus en América Latina.
El ahora exministro de Justicia brasileño, Sérgio Moro, famoso por llevar a la cárcel al popular expresidente izquierdista Luiz Inàcio Lula da Silva, renunció la semana pasada, al señalar que Bolsonaro despidió al principal comandante de la policía del para obstaculizar las investigaciones policiales sobre sus partidarios y obtener acceso a información clasificada.
"El presidente me enfatizó, explícitamente, más de una vez, que quería a alguien que fuera un contacto personal, a quien pudiera llamar, de quien pudiera obtener información, informes de inteligencia", afirmó Moro.
Dos de los hijos de Bolsonaro, Flavio y Carlos, están bajo investigación por supuesta malversación de fondos. El periódico Folha de São Paulo informó la semana pasada que la policía también indaga a Carlos Bolsonaro por presuntamente crear una red de noticias falsas para difundir información errónea.
Bolsonaro calificó las acusaciones como infundadas, dijo que no trató de proteger a los miembros de la familia de las investigaciones policiales, y que el nombramiento del jefe de policía era su decisión.
“La prerrogativa es mía, y el día que tengo que someterme a cualquiera de mis subordinados, dejo de ser presidente de la república", dijo a los periodistas la semana pasada en respuesta a las acusaciones de Moro.
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Bolsonaro fue elegido en 2018 con el mandato de erradicar la corrupción en Brasil. Rápidamente nombró a Moro, el juez anticorrupción más famoso del país, para ser su ministro de Justicia.
Pero la asociación se descarriló, debido a la interferencia de Bolsonaro, según el exministro. La partida de Moro dividió la base de apoyo de Bolsonaro y deshizo sus alianzas en el Congreso Nacional.
Si se mantiene, las afirmaciones de Moro podrían formar la base para un juicio político contra el presidente.
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Una encuesta realizada el lunes mostró que 57 por ciento de los brasileños apoyaría la destitución del presidente. Bolsonaro sería el tercer presidente del país en ser destituido antes de completar su mandato desde el final de la dictadura militar de Brasil en la década de 1980.
En 2016, un controvertido proceso de juicio político puso fin a la administración de la expresidenta, Dilma Rousseff, por las acusaciones de que violaba las leyes presupuestarias.
La investigación de la Corte Suprema sobre las afirmaciones de Moro se produce cuando Brasil lucha por responder a un brote de coronavirus que ya ha matado a 4 mil 500 personas, el mayor número de muertos en el continente. A principios de este mes, el presidente despidió a su ministro de Salud, luego de criticarlo por no adherirse a las pautas de distanciamiento social del Ministerio.
ntb