Exmandatarios de Costa Rica exhortaron al gobierno de Rodrigo Chaves a rechazar al candidato que hizo su homólogo nicaragüense, Daniel Ortega, a la secretaría general del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) al advertir que su respaldo sería también a la opresión que persiste en esa nación.
Luego de que la cancillería costarricense diera el visto bueno al nombramiento sugerido por el líder de Nicaragua, ocho expresidentes de Costa Rica, como Laura Chinchilla y Carlos Alvarado, se unieron para cuestionar el cargo.
“Dicha elección resultaría altamente inconveniente a la luz de los principios que han orientado nuestra política exterior”, se lee en la carta difundida ayer, pero con fecha del pasado 25 de junio, en la que sostienen que este respaldo sería un revés a la seguridad nacional, a los derechos humanos y a los mismos nicaragüenses que se han exiliado en su país.
En la misiva coinciden que un sí al régimen orteguista es prácticamente “avalar a un régimen despótico y opresor que gobierna Nicaragua”, con lo que recuerdan que el último mandato de Ortega fue ampliamente cuestionado por decenas de naciones, incluso la Unión Europea (UE) no reconoce su gestión, luego de eliminar a sus rivales presidenciales con base en arrestos y que persiste en desaparecer a cientos de organizaciones civiles y hasta universidades, a las que este año les arrebató la personería jurídica.
Con ese antecedente, los exmandatarios alertan que sería un golpe para la región, pues es claro que llevaría a una “nueva escalada militarista que desestabilizará el istmo”. Y agregan que al rechazar la propuesta de Daniel Ortega se pone un alto a los abusos de ese gobierno.
Asimismo, ratificaron que la nación vecina insiste en sepultar la democracia y los derechos humanos, pese a constantes críticas y sanciones, principalmente de Estados Unidos. Y para mayor evidencia rememoraron su flagrante violación a normas internacionales con su acercamiento al régimen ruso, al adquirir tanques y artillería a la nación invasora.