La Corte Penal Internacional (CPI) ordenó el arresto del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, su ministro de Defensa, Yoav Gallant, y tres mandos terroristas de Hamas por exterminio y crímenes de guerra en Gaza, lo que indignó a ambos sectores y al mundo por la comparación.
El fiscal de La Haya, Karim Khan, sostuvo que hay “motivos razonables” para lanzar esta inédita acción contra el líder de un país democrático, luego de admitir que “llegó el día” de responder a estas violaciones a derechos humanos tras siete meses de conflicto.
Según la investigación independiente, luego de que su oficina recabara testimonios, fotografías, audios y videos, el ejército israelí lanzó un “asedio total” contra la resistencia islámica y desató hambruna, sufrimiento intencional, crímenes y actos de lesa humanidad contra civiles.
Enfatizó que Tel Aviv hizo del hambre un arma de guerra, pues según la evidencia en su intento de eliminar a los yihadistas y recuperar a los rehenes cerró los cruces fronterizos de Rafah, Kerem Shalom y Erez para limitar la comida, medicina y suministro de agua ante la peor hambruna jamás registrada en el mundo.
Pero el gobierno rechazó la medida, pese a que no está obligado a acatar la acción, pues destaca que estarían en riesgo Bibi y Gallant si viajan a un país apegado al Estatuto de Roma.
Por ello, el premier criticó la osadía “antisemita” de igualarlo con quienes matan, secuestran y violan a judíos y acusó una distorsión de la realidad al desafiar a Khan y al máximo tribunal de La Haya, pues reivindicó su plan militar en la Franja, pues “no nos detendrán” para derrotar a Hamas, objetivo que comparte con el pueblo y sus Fuerzas de Defensa.
Acto en el que fue arropado por su gabinete ante una indignación total. Los ministros de Exteriores, Israel Katz; de Seguridad, Ben Gvir, y de Finanzas, Bezalel Smotrich, y hasta la Knesset tacharon de “hipócrita” y “escandalosa” la decisión que les niega la legítima defensa.
Por separado, la embajadora de Israel en México, Einat Kranz Neiger, exhortó a la comunidad mundial a rechazar la medida del también exsubsecretario de las Naciones Unidas por “absurdas” e “infundadas” en favor del terror rival.
Incluso, pese a ser de oposición, Yair Lapid y Naftali Bennet llamaron a no aceptar esa declaración y hasta retirar fondos a La Haya, mientras que el Foro de Rehenes recriminó la repugnante comparación y recordó que aún hay 128 cautivos en Gaza.
A ese apoyo se unió su principal aliado, Estados Unidos, pues éste tachó de “vergonzosa” la emisión de dichas órdenes de captura al afirmar que Netanyahu y el líder terrorista, Yahya Sinwar, no son personajes equiparables.
Por segunda ocasión en menos de una semana el presidente de la potencia, Joe Biden, reiteró que la defensa israelí “no es un genocidio” ahora en un discurso en la Casa Blanca con motivo de la Herencia Judía y garantizó que reforzarán esa defensa israelí ante el enemigo al que también busca desmantelar; mientras que su Congreso amagó con imponer sanciones al tribunal con sede en Países Bajos.
En tanto, socios como Alemania, Reino Unido, Irlanda e Italia, entre otros, cuestionaron el intento de obstruir una posible tregua y hasta los alcances de la Corte Penal; pero también hubo críticas a Israel, pues Francia reivindicó que la CPI va contra la impunidad y Sudáfrica dio el visto bueno a la decisión.
También destaca que el fiscal Khan emitió órdenes de aprehensión contra tres líderes islámicos por instigar la masacre: Yahya Sinwar, mando principal; Mohammed Diab Ibrahim al-Masri, comandante de las Brigadas al-Qassam, e Ismail Haniyeh, jefe del brazo político de la resistencia, por crímenes de lesa humanidad, exterminio, asesinato, toma de rehenes, violencia sexual, tortura y ultrajes durante el ataque sistemático y contra víctimas secuestradas o ya liberadas.
Acción que Hamas repudió al sentenciar que llegó siete meses tarde y que iguala a la víctima, el pueblo palestino, con su verdugo, pero el fiscal, quien un año antes ordenó también el arresto del invasor Vladimir Putin, defendió la investigación por la devastación en Gaza, donde suman más de 35 mil muertos.