Mariupol se aferra a la resistencia ante continuos ataques y disparos de tropas rusas que imposibilitan la evacuación de zonas críticas, así como nuevos planes para doblegarlos como la captura de una caravana y el secuestro de dos mil menores; proceso en el que el Kremlin advierte que sólo usará armas químicas o nucleares si hay una “amenaza existencial”.
De acuerdo con la vice primera ministra ucraniana, Irina Vereshchuk, en las últimas horas los enemigos, respaldados por separatistas prorrusos, retuvieron un convoy de 15 vehículos, encabezado por trabajadores del Servicio de Emergencia Estatal, cerca de los territorios ocupados en Donbás cuando éste se dirigía a Zaporiyia, al recordar que se habilitó un corredor humanitario que no ha sido respetado. Originalmente se indicó que viajaban alrededor de mil 200 personas, aunque después del incidente no se ratificó la cantidad de afectados.
Horas después, se reveló que los rivales permitieron el paso de los viajeros sin especificar presuntas condiciones, pero ya sin las unidades, que quedaron en poder de separatistas de Donetsk y Lugansk, por lo que cientos de empleados y refugiados se movilizaron a pie por varios kilómetros para alejarse de la zona fuertemente asediada, entre zonas destruidas y cuerpos tendidos en la calle.
Y es que, según el ejército local y fuentes extranjeras, las Fuerzas Armadas del Kremlin se rearman desde zona marítima, al concentrarse en el Mar de Azov, pues este puerto es uno de los objetivos clave; muestra de ello es el asedio que enfrenta desde hace 27 días, en el intento del gobierno ruso de conectar su territorio con Crimea —adherido en 2014—.
Y es que la región separatista de Donbás y Crimea siguen siendo prioridad en los jaloneos de las negociaciones, pues Rusia no concederá cambios a su supuesta independencia, mientras que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, admitió, después de semanas en conflicto, que podrían incluirlas en el diálogo para poner fin a la guerra. Pero no fijó su postura sobre su separación o posible adhesión rusa y hasta demandó la intervención del Papa Francisco, con quien conversó ayer, para detener la guerra ante la “difícil situación humanitaria”.
En tanto, la Fiscalía ucraniana abrió una investigación por la retención ilegal de dos mil 289 menores, cifra confirmada por el Ministerio de Exteriores ucraniano y fuentes estadounidenses.
Incluso, la embajada de Estados Unidos en Kiev denunció, a través de redes sociales, que tales acciones disfrazadas de asistencia humanitaria no son más que un “secuestro”, pues fueron trasladados ilegalmente a las supuestas repúblicas reconocidas como independientes por Vladimir Putin. Dicha cantidad representa el uno por ciento del total de refugiados que han llegado a Rusia, pues el recuento del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indica que se adentraron 252 mil ucranianos.
En este embestida, otras de las zonas blanco de los proyectiles son Chernigov, Jerson y Kiev; en esta última el alcalde, Vitali Klitschko, advirtió que se fortaleció cada rincón de la zona para evitar la toma por parte del enemigo, pues no permitirán que los rusos se apoderen de la capital, mientras aumenta la presencia de tropas invasoras vía terrestre y aérea, luego de ataques recientes contra un centro comercial y edificios de departamentos.
Pero el ejército de Zelenski no se doblega y sostiene que ha conseguido frenar a las tropas rusas, mismas que están acorraladas y sin suministros. Incluso, el Ministerio de Defensa resaltó que siguen contraatacando y en la última jornada recuperaron territorio que el rival ya adelantaba como tomado en Irpin, Hostomel y Bucha y expulsó durante la madrugada a rusos en Makariv. Incluso, un medio ruso confirmó la baja de casi 10 mil soldados, pero horas después desmintió tal versión al asegurar que la cifra fue publicada tras un hackeo. En tanto, el Pentágono aplaudió la resistencia local al reconocer que además de contener contraataca para reducir el avance rival.
En esta tónica, Rusia no descarta el uso de armas químicas o biológicas al sostener que sólo las emplearía en caso de una “amenaza existencial”.
Sin detallar este riesgo, mientras se alista la reunión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, insistió que sólo recurrirán a este armamento con una amenaza real, misma que no han registrado en cuatro semanas, al minimizar la resistencia ucraniana, pues ratificó que actuarán conforme a su doctrina.
Al ser cuestionado sobre el freno logrado por Ucrania, admitió a CNN que aún no logran los objetivos trazados, sin especificarlos, pero insistió que sabían que no se alcanzarían en unos días, pero todo marcha como se pronosticaba.
Por separado, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) insistió en el llamado a detener esta guerra en la que no habrá ningún ganador por el sufrimiento, destrucción y horror causados, mismos por los que reporta 953 civiles fallecidos.
Y el secretario general del organismo, António Guterres, recriminó nuevamente al régimen de Putin el asedio contra Ucrania al advertir que no se puede conquistar una nación devastando ciudad por ciudad y lanzó “¿cuántas vidas más deben perderse?, ¿cuántas bombas más deben caer?, ¿cuántas más Mariupol deben ser destruidas?”.
- El dato: Joe Biden engrosará la lista de sanciones contra Rusia en su visita a Europa, viaje al que no irá su vocera, Jen Psaki, por contagio de Covid a 5 meses de cancelar otro viaje.