Ucrania alertó a sus tropas y aliados que los invasores alistan nuevas hostilidades en varias regiones, pues los soldados rusos reanudaron ataques contra Járkov y Chernigov, mientras sigue la disputa en Donbás, donde ayer éstos mataron a dos civiles e hirieron a otros más.
Las fuerzas armadas de Volodimir Zelenski anticiparon que con los nuevos bombardeos, pues han lanzado todo tipo de ataques, apuestan por una ofensiva “decisiva” para asumir el control total de Lugansk y Donetsk.
En los últimos días los ocupantes convirtieron Severodonetsk y Lisichansk en el nuevo epicentro de la “operación de desnazificación”, que comenzó en febrero pasado, y buscan romper las formaciones de defensores, según Ucrania, sector que resiste para evitar que los enemigos tomen más territorios, a la par que encaminan nuevos convoyes con rumbo a Járkov y Zaporiyia, como hace semanas.
Al respecto, el mandatario consideró que el reforzamiento de los ataques es una respuesta a la “semana histórica” que vivió la nación.
Así calificó el proceso que abrió la Unión Europea, pues ésta ya analiza su adhesión al bloque, luego de la visita de al menos cuatro mandatarios de la región en el mismo día, misma que de ser positiva beneficiará a todos los europeos, refirió Zelenski.
Y recalcó que cada victoria, por mínima que sea, aumenta la “resistencia” de sus tropas, por lo que siguen requiriendo de manera urgente más armas y municiones a casi 120 días de declarar la invasión, pues aunque están repartiendo las recibidas por sus aliados en todas las zonas, no hay equipo suficiente en Donbás. Incluso, el comandante de la región, Mijailo Strebizh, comentó que si intentaran responder al fuego incesante, las armas actuales sólo les alcanzarían para unas cuatro horas, lo que evidencia la diferencia con los ocupantes.
Además, las fuerzas defensoras duplicaron el estimado de las bajas que se están registrando día a día en todo el territorio, pues calculan que éstas ya son de hasta 200 cada 24 horas.
Por separado, líderes de territorios cercanos reportaron que algunos militares rusos se reagruparon en zonas como en Jerson, Járkov y Mariupol, entre otras, en donde se estima que aún hay unas 600 mil personas atrapadas bajo el control de los ocupantes, pero no descartan que algunos hayan sido deportados de manera masiva, como cientos de niños, principalmente los que se encontraban en orfanatos.
En tanto, Zelenski llamó a estar atentos de todo lo que está provocando el
Kremlin al detallar que, más allá de su territorio, busca convertir a África en un rehén de este conflicto, pues con el bloqueo de alimentos en todos los puertos, aseveró que sólo se agravará la hambruna en la región y a nivel mundial.
Agregó que en este tema su gobierno y soldados luchan por mantener el suministro de granos a través de exportaciones marítimas desde el mar Negro y, por ello, ha optado por negociar con otros sectores para abrir los corredores para garantizar este envío; sin embargo, no ve avances, pues el invasor sólo propone como alternativa el sistema ferroviario, que por la capacidad que tienen implica un mayor gasto, pues se requieren muchos más viajes.
En respuesta, los rusos denunciaron que supuestas tropas ucranianas realizaron varias explosiones en el mar Negro, aunque no se reportaron daños ni personas lesionadas, esto mientras ven cortadas sus opciones marítimas, pues Lituania le cerró el paso al mar Báltico al confirmar que seguirá los pasos acordados por la UE.
El gobierno precisó que se impedirá el envío de productos sancionados por la región y el Kremlin calificó de “ilegal” y “sin precedentes”, la medida, por lo que podrían preparar represalias contra la nación “inamistosa”.