El gobierno de Volodimir Zelenski y aliados redoblan la presión sobre Estados Unidos, principal exportador de armas en esta guerra, para garantizar la victoria de la resistencia.
Los apoyos económicos ya no bastan y la nación invadida empuja a su principal respaldo para acercarse al fin definitivo del conflicto a casi tres años de éste; por un lado, el mandatario espera el “sí” para que sus fuerzas usen las armas almacenadas contra el régimen invasor y a la vez confía en que su homólogo, Joe Biden, apoye el llamado “plan de victoria”.
Mientras sigue la planeación de su segunda Cumbre de Paz, Volodimir Zelenski admitió a The New Yorker que si Wa-shington no se une a la propuesta sería un episodio difícil, al considerar que sería como extender la guerra en la que miles han muerto y miles más se encuentran desplazados a causa de intensos combates que no cesan.
Y es que destaca que el plan de Kiev es que la nación se una formalmente a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en cuestión de meses y no de años para sentirse más arropado ante las constantes agresiones del ejército ruso contra instalaciones civiles y militares.
Postura que respaldó Reino Unido, pues el ministro de Exteriores, David Lammy, dijo que después de tanto tiempo EU debe mostrar “coraje” y como potencia será clave lo que decida para inclinar la balanza en favor de Ucrania y así garantizar el fin de la guerra. Mientras que el Kremlin rechazó la cumbre ucraniana al considerar inválida tal acción, de acuerdo con declaraciones de la vocera de Exteriores, Maria Zajarova.