El candidato opositor venezolano, Edmundo González, bateó por segundo día consecutivo el citatorio por supuesta “usurpación de funciones”, mientras que aliados exhiben el asedio contra quien consideran único ganador del 28J y el régimen adelanta un nuevo gabinete para el periodo 2025-2031.
Medios indicaron que el exdiplomático no acudió al llamado previsto a las 10:00 horas de ayer para rendir declaración ante el Ministerio Público por delitos ligados a la publicación de actas electorales en un sitio web, como falsedad documental, crimen informático, conspiración e instigación a la desobediencia.
Actitud que se anticipaba al incumplir el primer citatorio, del pasado 26 de agosto, y admitir desconfianza de las garantías para tal proceso, hecho que respaldaron los críticos del chavismo al advertir un intento de emboscarlo a casi un mes del fraude que validaron el Consejo Nacional Electoral (CNE) y Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) tras certificar la reelección de Nicolás Maduro.
Pese a otro desaire, la Fiscalía de Tarek William Saab aún no emite respuesta, pero prevén que escale la presión contra quien sustituyó a María Corina Machado como aspirante al gobierno por delitos que en suma ameritan penas de 16 años de prisión, según el Código Penal en Caracas, por lo que no descartan una orden de arresto en su contra o le finquen más cargos como amagaron con anterioridad.
Mientras que el mandatario arremetió en contra de su rival al tacharlo de “cobarde” por la rebeldía de ignorar el citatorio y esconderse supuestamente en una cueva, por lo que advirtió que en el país “nadie está por encima de la ley”, aunque no adelantó posibles represalias.
En respuesta, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) exhibió el “acoso judicial al cual está sometido” Edmundo González al denunciar en la red social X que se acentuó la persecución, pero la disidencia no se achica, por el contrario, engrosa su lucha al convocar a una megamovilización bajo el nombre “acta mata sentencia” hoy al cumplirse un mes del fraude con el que la dictadura se aferra al poder, pues no cesa la represión y el líder chavista allana la ruta hacia otra investidura, para enero próximo, aunque el mundo desconoce su nuevo mandato.
Luego de que se revelara que se cambiaría a la mitad del gabinete, el mandatario de 61 años confirmó tal “remodelación” en un nuevo golpe a la oposición al referir que es lo que “necesita el pueblo”.
Entre los principales ajustes destacan la reincorporación del exvicepresidente Diosdado Cabello y que otorga más autoridad a su actual mano derecha.
El primero asumirá como ministro del Interior, Justicia y Paz, y el excongresista ya aceptó el cargo al aseverar que “Venezuela se encamina por el rumbo de la paz”, según medios locales, en un claro mensaje a sus críticos; ello anticipa mayor “mano dura”, lo que corroboró la directora de la organización Human Rights Watch (HRW) para las Américas, Juanita Goebertus, al declarar a The Associated Press que la designación es un indicativo de mayor represión, a lo que se suma la inclusión de perfiles militares como Menry Fernández para Agricultura.
Nicolás Maduro ratificó a Delcy Rodríguez como vicepresidenta y quien asumirá el control del Ministerio del Petróleo, conocido antes como cartera del Poder Popular de Petróleo, y mantendrá en sus puestos a Yván Gil y Vladimir Padrino López, como encargados de Exteriores y de Defensa, respectivamente.
Y la represión da nuevas señales en la nación. Ayer en hechos separados, la oposición acusó los arrestos del abogado, asesor y vocero del Comando Vente Venezuela, Perkins Rocha, y del tercer vicepresidente de Acción Democrática, Félix Arroyo, al reportar que el primero fue “secuestrado” por encapuchados y exigir la liberación inmediata de ambos, acto que la líder opositora vinculó con el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), pero asestó que las marchas darán resultado al advertir que no se subestime al pueblo, que ya está cansado de los atropellos, con miles de presos políticos.
Pero los críticos venezolanos no desisten de su lucha, además de protestas cuentan con apoyo global. Uno de ellos es el exaspirante presidencial Henrique Capriles, quien instó a redoblar la presión internacional para destrabar el conflicto, pues cree en una solución pacífica a través de la negociación, y HRW desechó la propuesta de repetir los comicios al considerar que planteado por Brasil, Colombia y México sería una “burla” para la nación; mientras que María Corina Machado es aclamada al ser nominada en Europa a recibir un premio por su defensa de los derechos humanos, pues en Praga la consideran un ejemplo y es una de las tres finalistas para tal galardón.
