El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, nuevamente está bajo polémica tras ser captado conversando con trabajadores de limpieza del Palacio de Alvorada, la residencia oficial, sin cubrebocas y a poca distancia, a pesar de que ayer dió positivo nuevamente a COVID-19.
El presidente brasileño, cuya respuesta despectiva a la pandemia ha sido condenada a nivel mundial, anunció su diagnóstico positivo a principios de julio, cuando Brasil había sufrido más de 65 mil muertes y 1.6 millones de casos confirmados.
Desde entonces, el número de muertos en Brasil ha aumentado a casi 83,000, la segunda cifra más alta del mundo, y el número de casos a 2.2 millones, tras un récord de 67 mil 860, el miércoles.
A pesar de eso, Bolsonaro, que ha socavado los esfuerzos de distanciamiento social y ha minimizado la enfermedad como "una gripita", fue visto el jueves por un fotógrafo de Reuters cuando deambulaba alrededor del Palácio da Alvorada de Brasilia en una motocicleta y hablaba con los empleados sin equipo de protección.
KA