El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recriminó a la oposición la lenta respuesta para poner un alto a la violencia armada, al recordar que está en sus manos prohibir las armas de fuego.
El demócrata aprovechó la conmemoración de los 10 años de la tragedia de Sandy Hook, uno de los peores tiroteos escolares en la nación, para cuestionar a las autoridades sobre su postura en torno a las armas, pues dijo que al conocer el daño que éstas ocasionan la respuesta sigue siendo muy lenta para poner un alto real.
Insistió que como poderes, desde el Ejecutivo o Legislativo, tiene la obligación de proteger a la población; sin embargo, la “culpa” de la inacción no es suficiente para armar una reforma que limite el uso de las armas y cargadores de gran capacidad.
El mandatario demócrata recriminó la falta de interés para sacar una ley que aborde una de las mayores problemáticas a nivel nacional, por lo que urgió a todos a actuar de inmediato al reiterar que “tenemos la obligación moral de aplicar leyes que impidan que vuelvan a suceder estas cosas”, el recordar a las víctimas de una tragedia que sigue persiguiendo a la nación.
Y es que este durante 2022 la nación sufrió un atentado muy similar cuando 19 niños fueron asesinados en una primaria de Uvalde, Texas, tras una masacre que involucró un rifle y a un agresor con problemas mentales.
En tanto, familiares, amigos y sobrevivientes recordaron a las víctimas de la masacre de la escuela en 2012 y señalaron que muchas de las víctimas tal vez estarían graduándose, pero un criminal armado apagó sus sueños.