Cuatro opositoras fueron detenidas por la policía del presidente Daniel Ortega en las últimas 24 horas, denunciaron políticos y partidos en Nicaragua.
Se reportó que la mañana de este domingo se detuvo a la exguerrillera sandinista Dora María Téllez, Ana Margarita Vijil y Suyen Barahona, miembros del partido Unión Democrático Renovadora (Unamos) —antes Movimiento Renovador Sandinista (MRS)—, a quienes les imputan los mismos delitos que a aspirantes presidenciales por una supuesta amenaza por terrorismo, menoscabar la soberanía e incitar a la injerencia extranjera.
Opositores denunciaron que las dos primeras fueron “secuestradas” cuando se encontraban en la casa de Téllez, quien en el pasado se distanció del mandatario al calificarlo de dictador.
Según los primeros reportes efectivos policiales, las acorralaron en la vivienda ubicada al sur de Managua, en la que irrumpieron sin una orden judicial y se las llevaron con rumbo desconocido.
Mientras que Barahona fue capturada mientras reclamaba la liberación de sus compañeras.
Estos arrestos ocurren un día después de la aprehensión de la dirigente Daysi Tamara Dávila Rivas, a quien señalan de solicitar intervenciones militares contra el régimen de Ortega a cinco meses de las elecciones en el país.
Además, se suman a los arrestos de los aspirantes presidenciales Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Juan Sebastián Chamorro y Félix Maradiaga.
Los hechos, ocurridos después de que Torres Jiménez calificara de “estupidez” y evidente dictadura los actos orteguistas, fueron confirmados por Unamos que acusó que “la dictadura Ortega Murillo allanó también la casa de nuestro vicepresidente”, quien dejó un video, pues ya advertía su arresto.
Incluso, el exgeneral sandinista de 73 años recordó que hace 46 años irónicamente salvó la vida de Ortega, quien estaba detenido por asalto a un banco, y hoy él sigue su cacería contra opositores a menos de cinco meses de las elecciones para quitar del camino a sus rivales.
Además, la noche del pasado 12 de junio se reportó la aprehensión de Daysi Tamara Dávila Rivas por cargos similares a los de opositores, encarcelados por incitar la injerencia extranjera.
Tras los hechos, Estados Unidos acusó una “campaña de terror” contra opositores, por lo que demandó a la Organización de los Estados Americanos (OEA) acciones claras ante la represión; mientras que organismos internacionales exigieron liberar a los presos políticos.