Los daños en Ucrania a causa de bombardeos y ataques rusos durante casi 300 días ascienden a unos 700 mil millones de dólares, estimó el gobierno defensor a unas semanas de que termine el año.
Golpes directos contra infraestructura clave como instalaciones eléctricas, oficinas de gobierno, hospitales, escuelas y hasta viviendas han causado enormes pérdidas económicas para la nación invadida y el 2022 cerrará con una cuantiosa suma de 700 mil millones de dólares en daños, según un cálculo del primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, reportado por el portal local Ukrinform.
Un día después de que aliados se comprometieran a elevar la ayuda económica para la reparación de instalaciones eléctricas y la reconstrucción del país, el funcionario indicó que el pronóstico actual representa el doble de las estimaciones de junio pasado.
Ello demuestra que las pérdidas se siguen acumulando con ciudades devastadas y ataques masivos que provocan incendios y hasta el colapso de inmuebles residenciales.
Y agregó que, pese a los avances para restablecer servicios afectados y garantizar la vivienda de la resistencia, es claro que los invasores mantendrán su táctica para destruir todo a su paso con miras a doblegar a las fuerzas del orden. Por lo que reiteró el llamado a los gobiernos de Occidente a mantener el apoyo a las fuerzas de Volodimir Zelenski, al agradecer las muestras de solidaridad con aportaciones al fondo de reconstrucción de más de 70 naciones y organizaciones no gubernamentales.
Y es que para la resistencia la única manera de hacer retroceder a los rusos es con respaldo tanto en materia económica como en armas, pues un día antes el presidente defensor llamó a sus aliados a dotarlos de más armamento como misiles, pues la prioridad actual es sobrevivir a este invierno, ante situaciones críticas como la falta de calefacción y de electricidad cuando se esperan temperaturas extremas por debajo de los cero grados centígrados.
Incluso, el primer ministro, Dmitro Kuleba, dijo que los locales se preparan para una nueva severa ofensiva que, según la Inteligencia local, podría ocurrir a inicios del próximo año, como parte de la reagrupación de fuerzas a unos meses de que Moscú reclutó a miles de soldados.
Al respecto, líderes y militares ucranianos reconocen que las mismas fuerzas locales se han visto obligadas a atacar su propia infraestructura en regiones tomadas por el invasor.
En las últimas semanas los soldados de Zelenski han derribado inmuebles dentro de su territorio al ubicar que éstos fueron convertidos por los ocupantes en cuarteles enemigos en Jerson y Melitopol, por lo que disparan artillería contra esas zonas para forzar al repliegue de quienes intentan apoderarse de sitios clave a sólo unos meses de tomar ilegalmente cuatro territorios fronterizos; incluso, se reportó que los ucranianos destruyeron ayer un puente en Melitopol, en Zaporiyia —una de las regiones anexadas—, para desmantelar la red de suministros del régimen ruso, pues con ello cortan la entrega de recursos a las bases rivales que se encuentran en la zona, mientras los soldados del
Kremlin ponen en la mira más instalaciones energéticas para vulnerarlas.
En tanto, autoridades ucranianas mantienen las investigaciones contra los invasores al señalar que en casi 10 meses se han documentado al menos 154 casos de violencia sexual de soldados rusos contra mujeres y niñas de entre más de 51 mil crímenes de guerra.
La Fiscalía de la nación reveló que civiles agredidas por los invasores siguen denunciando abusos de quienes irrumpieron en sus casas y hasta las retuvieron por casi cuatro meses durante la ocupación en sus ciudades, casi la mitad del tiempo que llevan los rusos en el territorio ucraniano; lamentablemente hasta el momento sólo dos de los imputados fueron llevados a la Corte y uno condenado, según The Kiev Independent.
Sin embargo, las autoridades reiteraron que harán todo lo posible para castigar a estos criminales de guerra, pues algunos de ellos también sometieron a sus víctimas con tortura sexual al presuntamente darles toques en los genitales.