Los demócratas del Senado anunciaron el martes por la noche que habían llegado a un acuerdo presupuestario que preveía gastar la enorme cantidad de 3.5 billones de dólares en la próxima década, allanando el camino para su campaña para invertir recursos federales en programas de cambio climático, atención médica y servicios familiares, buscado por el presidente Joe Biden.
El acuerdo marca un paso importante en el impulso del partido para cumplir con el objetivo de Biden de impulsar una economía que fue devastada por la pandemia y encaminarla hacia el crecimiento a largo plazo, e incluye una expansión de Medicare de los beneficios de visión, audición y dentales para los estadounidenses mayores. , un objetivo de los progresistas.
Pero los demócratas que respaldan el acuerdo enfrentan posibles objeciones de sus facciones rivales moderadas y progresistas, y tendrán que trabajar duro para convertir sus planes en una legislación que puedan impulsar en un Congreso estrechamente dividido sobre lo que podría ser una oposición republicana unánime.
"Estamos muy orgullosos de este plan", dijo a los periodistas el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, DN.Y. “Sabemos que tenemos un largo camino por recorrer. Vamos a hacer esto por el bien de hacer que la vida de los estadounidenses promedio sea mucho mejor ".
Biden estaba programado para asistir a un almuerzo a puerta cerrada en el Capitolio el miércoles con todos los demócratas del Senado "para guiarnos hacia la promulgación de este maravilloso plan", dijo Schumer.
En total, la ambiciosa propuesta refleja la visión de Biden de realizar las inversiones potenciales más importantes en la nación en años, algunos dicen que a la par con el New Deal de la década de 1930. Junto con un esfuerzo bipartidista más reducido de 1 billón de carreteras, carreteras y obras públicas tradicionales que también se están negociando, representan cerca del esfuerzo inicial de más de 4 billones del presidente que podría llegar a casi todos los rincones del país.
El objetivo de los demócratas es impulsar una resolución presupuestaria que refleje el acuerdo del martes en la Cámara y el Senado antes de que los legisladores se vayan al receso de agosto. La resolución establece solo parámetros generales de gastos e ingresos, dejando la financiación real y las decisiones específicas sobre qué programas se ven afectados, y exactamente cuánto, para una legislación posterior.
No obstante, aprobar un presupuesto será una gran ayuda para el esfuerzo de los demócratas de promulgar su posterior proyecto de ley de financiación. Eso se debe a que el presupuesto contiene un lenguaje que permitiría a los demócratas pasar la medida de gasto de seguimiento a través del Senado 50-50 con solo una mayoría simple, no los 60 votos que los republicanos podrían exigir mediante un obstruccionismo que acaba con los proyectos de ley.
Es probable que la legislación de gastos posterior no comience a aprobarse en el Congreso hasta el otoño.
Con información de AP.