Los bombardeos de Israel en la ciudad de Gaza derrumbaron este martes un edificio de 12 pisos que albergaba las oficinas de altos funcionarios del grupo militante palestino Hamas, que en respuesta lanzó 130 cohetes contra la capital de Israel, Tel Aviv, donde al menos uno impactó en un suburbio.
Los ataques sacudieron edificios a lo largo de tres kilómetros. Drones israelíes lanzaron una serie de disparos de alerta al techo del edificio para dar tiempo a las personas para que lo desalojaran antes de que fuera destruido.
No hubo reporte inmediato de víctimas o heridos. Sin embargo, el bombardeo marcó otra escalada de la ofensiva de Israel contra Hamas. Tras el incidente, Hamas amenazó con atacar la metrópoli de Tel Aviv si Israel continuaba golpeando sus edificios en Gaza.
La tarde del lunes, un cohete de Hamas cayó en las afueras de Jerusalén y causó daños a una viviendo así como un incendio.
El brote más grave de enfrentamientos desde 2019 entre las facciones armadas de Gaza e Israel, comenzó con choques entre palestinos y policías israelíes en la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén el lunes y por posibles desalojos de palestinos en tierras reclamadas por colonos judíos en la Cisjordania ocupada.
En Gaza, ataques han provocado muerte de niños
Al menos 28 palestinos, entre ellos nueve niños y una mujer, han muerte en Gaza, la mayoría por ataques aéreos, dijeron las autoridades de salud locales. El Ejército israelí dijo que al menos 16 de los muertos eran milicianos.
Los cohetes disparados desde Gaza alcanzaron viviendas en la ciudad sureña israelí de Ashkelon, matando a dos mujeres. Fueron los primeros decesos israelíes en la ola actual de violencia. Al menos otros 10 israelíes han resultado heridos por la violencia desde el lunes por la noche.
Después de esas muertes, el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que el gobierno decidió “aumentar tanto la fuerza como la velocidad de los ataques” contra los grupos Hamas y Yihad Islámica en la Franja de Gaza.
Ahora Hamas recibirá golpes que no esperaba, afirmó.
Egipto estaba tratando de negociar un alto el fuego, pero el nuevo ciclo de violencia estaba cobrando fuerza. Incluso antes de las muertes de las dos mujeres israelíes, el Ejército israelí dijo que estaba enviando refuerzos de tropas a la frontera con la Franja de Gaza y el Ministro de Defensa ordenó la movilización de 5 mil soldados de reserva.
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