Ciudadanos exigen renuncia del mandatario

Miles desafían a Xi Jinping por cercos anticovid

Críticos se dicen hartos y rechazan la contención de la pandemia; recriminan la muerte de 10 en un incendio al quedar encerrados por estricto control; piden recuperar su libertad y dejar de hacerse pruebas PCR

Residentes repudian que el control anti-Covid cobrara la vida de 10 personas durante un fuerte incendio.
Residentes repudian que el control anti-Covid cobrara la vida de 10 personas durante un fuerte incendio. Foto: AP

Al grito de “queremos libertad” miles de ciudadanos en China desafían por tercer día consecutivo la estricta política Cero Covid de Xi Jinping en una de las mayores protestas contra el régimen en medio de un alza de hasta 43 mil casos en las últimas 24 horas.

A tres años de que se detectara el primer caso de coronavirus en la nación, inconformes en Beijing, Chengdu, Guangzhou, Shanghái, Shanxi, Wuhan y Xinjiang, entre otras ciudades realizaron movilizaciones masivas sin precedentes por las muertes provocadas a causa de los severos confinamientos. Esto luego de que se revelara que las 10 víctimas fatales de un incendio en Urumpqi, en el corazón financiero, quedaron atrapadas porque las puertas estaban selladas.

Según medios locales, el gobierno reforzó la estrategia de contención en el inmueble para evitar que los inquilinos rompieran con el aislamiento.

Sin embargo, las puertas soldadas y bloqueadas con barras metálicas y hasta alambres retrasaron hasta tres horas el ingreso de bomberos, pero el gobierno desmintió esa versión, hecho que avivó el repudio de la población, que desde el pasado 25 de noviembre exige poner fin por completo a esos cierres, que podrían aumentar conforme avance el invierno.

Luego de tres años de encierros intermitentes, entre los que algunos se prolongaron por semanas o hasta tres meses como en Shanghái a inicios del 2022, los críticos del gobierno, quienes se declararon en resistencia, consideran que esta estrategia es insostenible, pues, sin importar los resultados, generan caos. Además, a la fecha es la única región en el mundo que aún aplica aislamientos masivos, mientras decenas de gobiernos han rebajado las medidas y en algunas naciones ya no es obligatorio el uso de cubrebocas en algunas zonas, gracias a la inmunización Covid.

Y es que en cada contención severa se reportan a miles de personas encerradas, sin ingresos y sin alimento, y no hay bases científicas para mantener la política que la misma Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha cuestionado por violaciones a los derechos humanos.

Algunos recordaron que desde que se declaró la pandemia —en marzo del 2020— son contados los días que han tenido vida normal, según declaraciones recuperadas por medios locales, pues para salir son obligatorias las pruebas PCR, mismas que deben repetir hasta tres veces en cada oleada de casos.

Pese a los nuevos máximos de positivos por SARS-CoV-2 y la contención policial, miles de ciudadanos lanzaron consignas contra Jinping en rechazo a los cierres que comenzaron desde el 2019.

Vallas humanas de policías contienen las movilizaciones, ayer.
Vallas humanas de policías contienen las movilizaciones, ayer. ı Foto: AP

Con los brazos al aire, veladoras en mano o agitando hojas blancas para honrar a las víctimas del reciente incendio demandaron un cambio urgente para cesar de inmediato el férreo control anti-Covid, incluso algunos fueron más allá de las normas sanitarias y exigieron el fin de la era Jinping —a unos días de que el mandatario extendiera su mandato al menos cinco años más— y la caída del Partido Comunista, pero la única respuesta de éste fue la represión contra las vigilias convocadas por estudiantes.

Medios de comunicación y disidentes difundieron imágenes de la dura contención en la vía pública contra quienes se manifiestan o intentan grabar las movilizaciones pacíficas, pues éstos son detenidos de inmediato, algunos sin razón aparente, pero evidencia el hartazgo de la sociedad que, sin importar las represalias, continúa en las calles para exigir que se recuperen sus derechos como antes de la pandemia.

Pero las restricciones no paran ahí, pues algunos oficiales que realizan formaciones especiales para evitar que crucen a ciertas zonas actúan de manera más violenta y persiguen a los críticos del estricto control sanitario del régimen, a quienes golpean brutalmente con escudos y toletes policiales, avientan contra el suelo y hasta someten con técnicas de asfixia, según evidencia compartida en redes sociales. Aunque hasta el cierre de esta edición no hay un saldo oficial de personas heridas o detenidas.

Además, se han documentado choques en ciudades en las que los ciudadanos intentan esquivar o retirar las vallas que marcan los focos rojos de Covid-19 o hasta derriban las carpas en las que se realizan constantemente pruebas de detección del virus.

En otros videos se observa a personal del gobierno vestido con trajes blancos de sanidad soldando o bloqueando puertas de edificios con barras metálicas, principalmente en puntos considerados de riesgo en medio de las nuevas oleadas de coronavirus, para garantizar el total respeto a la política cero Covid.

Algunos de los afectados señalan que la situación es cada vez peor, pues ya no se trata de contener el virus, sino restringir severamente a la población que está harta de la crisis sanitaria y de decesos, pues muchos de éstos no se deben a la pandemia, sino a la falta de acceso a médicos por estar aislados en sus residencias.