Rebeldes asaltan embajada de la UE

Desairan llamados en Sudán; sube violencia

Lucha por el control en la nación africana suma 180 muertos y casi dos mil heridos; la ONU pugna por el diálogo y el cese de hostilidades, pero los combatientes evaden la calma

Un ciudadano recoge las pertenencias que pudo salvar en casa, tras los bombardeos, ayer.
Un ciudadano recoge las pertenencias que pudo salvar en casa, tras los bombardeos, ayer. Foto: Reuters

Combatientes en Sudán descartaron cualquier intento de mediación, pese a los llamados de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y países para cesar las hostilidades y restablecer la calma, al mantener los ataques y redoblar la violencia.

Luego de tres días de intensos enfrentamientos con un acumulado de 180 decesos, el líder de las Naciones Unidas, António Guterres, instó a las Fuerzas Armadas y a los rebeldes de la Fuerzas de Apoyo Rápido (RAF, por sus siglas en inglés) a poner fin a la crisis que ya provocó “una horrenda pérdida de vidas”, entre ellas tres empleados del Programa Mundial de Alimentos.

Y exhortó a ambos sectores a comenzar un diálogo para hallar una solución al encabezar un Foro sobre financiación para el desarrollo.

Asimismo, demandó a las naciones del mundo a unir esfuerzos y presionar para frenar este deterioro y restablecer el orden, pues en ciudades como Jartum y Darfur persiste el caos por los bombardeos entre fuerzas que disputan el poder, principalmente en bases militares, aeropuertos y hasta medios de comunicación, pues tratan de controlar hasta la información sobre esos choques.

Condeno enérgicamente el estallido de los combates que se están produciendo en Sudán y hago un llamamiento para que cesen de inmediato las hostilidades, restablezcan la calma
y comiencen un diálogo...
António Guterres, Secretario general de la ONU

De inmediato gobiernos respaldaron el plan de la ONU para poner a salvo a miles de civiles, luego de que fracasara un intento de tregua, pues se confirmó que el pasado 16 de abril sólo evacuaron a unas mil personas, un número similar a los heridos, que ya suman mil 800; aunque las autoridades no desisten en buscar alternativas para sacar a la población en riesgo.

Sin embargo, los rebeldes dejaron claro que no buscan ningún diálogo y por la noche irrumpieron en la residencia del embajador de la Unión Europea (UE).

El jefe de Asuntos Exteriores del bloque de 27 países, Josep Borrell, denunció en medio del caos que su diplomático, Aidan O’Hara, fue víctima de un asalto, al acusar que a los que buscan arrebatar el poder a las autoridades legítimas no les importan las normas y ayer violaron el derecho internacional al romper la seguridad en instalaciones protegidas.

Y horas después la Comisión Europea indicó que su enviado, quien llegó a la zona hace ocho meses, resultó ileso, aunque no revelaron a dónde fue reubicado, posibles daños en el inmueble ni cómo evadieron la seguridad los agresores.

Posteriormente, otras naciones enfatizaron la urgencia de retomar la paz en ese territorio y evitar una escalada. Entre éstas destaca México que reconoció preocupación por los connacionales que siguen ahí e hizo hincapié en impulsar el llamado de la ONU para detener las hostilidades y permitir la salida de civiles de manera seguro y enviar suministros.

Cabe destacar que personal y la organización Médicos Sin Fronteras admitieron que la situación los ha rebasado, pues en los bombardeos perdieron insumos necesarios para atender a quienes quedaron atrapados en el fuego.

Agregaron que hay puntos muy calientes y es imposible ayudar a todas las víctimas, pues tan sólo en las últimas 24 horas fallecieron unos 10 pacientes, lo que representa la décima parte de los que siguen llegando en busca de ayuda, mientras deben trasladar a otros enfermos que se quedaron sin apoyo tras los ataques contra instalaciones médicas.