Fuerzas de Defensa israelí (FDI) atacaron el hospital Naser, en Khan Younis, tras sospechas de que al igual que en otras instalaciones médicas en Gaza se esconden líderes de Hamas.
De acuerdo con autoridades palestinas, en medio de nuevas tensiones por posibles ataques en Rafah, esas tropas irrumpieron en el centro médico una hora después de obligar a refugiados, médicos y pacientes de Cuidados Intensivos a abandonar la zona y hasta tacharon de mentira el supuesto uso de un corredor para proteger a los civiles.
En tanto, el Gobierno de Benjamin Netanyahu rechazó los dichos rivales al sostener que sí dio tiempo para que dos mil víctimas se resguardan en una incursión que definieron como “precisa y limitada” al asesinar a un terrorista y detener a varios sospechosos, sin revelar una cifra.
Sin embargo, aliados reclamaron que la única zona a salvo es Rafah, sitio en el que aumenta el hacinamiento de quienes ya no tienen a dónde huir a más de 130 días de esta guerra.
Pese a las críticas, el vocero de las FDI, Daniel Hagari, defendió el ataque al sostener que no se puso en peligro a la población, como exigen potencias, y que hubo conversaciones previas con el personal del hospital. Horas después, la región refrendó su éxito, pues a días de rescatar a dos rehenes también eliminó al comandante islámico Ahmad Ghoul.
En contraste, rivales difundieron videos del caos desatado con pasillos y paredes llenas de sangre y muebles destruidos al supuestamente poner en peligro incluso a bebés en el único hospital grande que se mantiene de pie, sólo por “información creíble” de que había terroristas ahí.
Al respecto, la organización Médicos Sin Fronteras admitió que ayer se vivieron momentos “caóticos”, pues la gente sabe que pueden convertirse en un “objetivo”, mientras Hamas aboga por acordar una tregua que incluya un alto el fuego.
