Ante el inminente retorno a una dictadura en Myanmar, países, organismos y líderes mundiales condenaron el golpe de Estado y exigieron la liberación de los dirigentes detenidos; sin embargo, el Ejército refrendó su postura para mantener el Poder y advirtió que no lo dejará hasta que se lleven a cabo nuevas elecciones tras el “grave peligro” a causa de un proceso fraudulento, los segundos comicios después de que los militares gobernaran por 50 años.
Sin presentar pruebas este grupo insistió en corregir los comicios en la antigua Birmania ante supuestas irregularidades en más de 10 millones de votos, hecho por el que decretaron estado de emergencia, periodo en el que estará al mando el comandante de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing, siguiendo la Constitución. Además nombraron a 10 funcionarios más, algunos de la gestión pasada.
A casi seis años de que el país comenzara su camino hacia la democracia, la milicia asestó un revés al Gobierno y detuvo en una redada a la consejera del Estado, Aung San Suu Kyi, quien pasó 15 años bajo arresto domiciliario, y al presidente Win Myint horas antes de la sesión parlamentaria en la que asumiría el nuevo Gobierno, lo que generó preocupación internacional, pues se desconoce el paradero de los funcionarios y temen por la represión.
Durante las tres primeras horas de estos hechos, los habitantes vivieron la interrupción de Internet y telefonía, lo que alertó a la población, pero el servicio se restableció; aunque en las calles, donde desaparecieron las banderas en favor de la Liga Nacional por la Democracia, el panorama fue de enormes filas en bancos y supermercados, ante el temor de que escalara el enfrentamiento por el descontento electoral, como en 2011.
La comunidad internacional debe unirse en una sola voz para presionar a los militares birmanos a renunciar inmediatamente al poderJoe Biden, Presidente de Estados Unidos
Hasta el momento el país se reporta en calma, luego del llamado a resistir con firmeza y no aceptar la acción militar, en respaldo a la consejera líder.
A las alertas de la ONU y Amnistía Internacional se sumaron el Comité del Nobel, que otorgó el galardón a Aung San Suu Kyi en 1991 por su lucha por la democracia, y Human Rights Watch; el primero de éstos se dijo horrorizado por la irrupción y desconocimiento a los resultados electorales, por ser una amenaza para apartar a la nación de la transición democrática.
Mientras que la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, indicó que son al menos los 45 dirigentes, activistas y periodistas detenidos, por lo que llamó a actuar contra el régimen militar.
(Sucedió) lo que más temía el mundo: que los militares finalmente dijeran ya es suficiente (ante Aung San Suu Kyi)Phil Robertson, Director de HRW Asia
Gobiernos de la Unión Europea, así como Estados Unidos, Japón, Turquía, China e India, se dijeron preocupados; aunque la potencia asiática —socio principal de gasoductos— y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático pugnan por un diálogo para resolver las diferencias que comenzaron desde el proceso electoral de noviembre pasado, en el que la Liga Nacional obtuvo el triunfo y 476 de los más de 500 escaños en el Parlamento.
Japón ha respaldado contundentemente el proceso de democratización de Myanmar y se opone a medidasMinisterio del Exterior de Japón
que van en contra de ello
Incluso, tanto China como India, vecinos de Myanmar, reiteraron que seguirán de cerca la situación; aunque el primero confía en que se recupere la estabilidad.
Pese a la postura diplomática, hubo amagos de actuar contra el país, pues el mandatario de EU, Joe Biden, ordenó revisar posibles sanciones al acusar un “asalto directo a la democracia” en el primer golpe de Estado en el extranjero que se registra desde que asumió el Poder; mientras que Reino Unido dijo que ya analiza medidas, aunque no dio detalles.