El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, a quien le diagnosticaron Covid-19 hace más de una semana, fue hospitalizado ayer, el mismo día en que la reina británica, Isabel II, ofreció un histórico mensaje de unidad, desde su confinamiento en el Palacio de Windsor.
Downing Street, la sede del gobierno en Londres, informó que el jefe del Ejecutivo fue internado debido a que aún presenta síntomas, 10 días después de que diera positivo a la prueba.
Se trata del primer gobernante en el mundo que tiene que ser ingresado a un hospital por Covid-19. De acuerdo con su oficina, la “medida preventiva” sólo se hará para practicarle pruebas de rutina, pero que el primer ministro sigue al frente del gobierno.
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"Que nuestros atributos de autodisciplina, determinación calmada y con buen talante y nuestra compasión por los otros sigan siendo los que caracterizan a esta nación”
Isabel II
Jefa de Estado de Gran Bretaña
Desde que resultó contagiado, el pasado 26 de marzo, Johnson, de 55 años, estuvo en cuarentena en la residencia de Downing Street, desde donde trabajaba de manera remota, para encabezar las reuniones diarias sobre la respuesta de Gran Bretaña al brote.
El pasado viernes, a través de un video, Boris Johnson dijo que se sentía mejor, aunque aún tenía fiebre. El líder ha recibido asesoría médica vía telefónica, pero su ingreso al hospital significa que los doctores podrán examinarlo.
Su prometida, Carrie Symonds, de 32 años, reveló el pasado sábado que pasó una semana con síntomas de Covid-19, aunque no se le han realizado pruebas. Symonds, quien está embarazada, dijo que “se está recuperando”.
El gobierno de Johnson tardó más que otras naciones europeas en imponer restricciones a la vida diaria, en respuesta a la pandemia. Gran Bretaña ha estado en confinamiento desde el 23 de marzo.
Cuando algunos ciudadanos comienzan a dar señales de flaqueza frente a las medidas restrictivas, la reina Isabel dio un inusual mensaje de aliento, un evento sólo visto en momentos de emergencia.
“Espero que en los años venideros todo el mundo pueda estar orgulloso de cómo se respondió ante este desafío”, dijo la monarca desde su reclusión, quien este mes cumple 94 años.
“Y que los que vengan después de nosotros comprueben que los británicos de esta generación fueron tan fuertes como cualquier otra. Que nuestros atributos de autodisciplina, determinación calmada y con buen talante y nuestra compasión de los unos por los otros sigan siendo los que caracterizan a esta nación”, declaró la soberana, ayer.
Aunque la Casa Real británica aseguró que en el mensaje pesó mucho la redacción de Isabel II, la intervención fue coordinada con la oficina del primer ministro, Boris Johnson, como una manera de ayudar al gobierno a hacer que los británicos acepten los movimientos más drásticos que vienen.
“Les hablo en un tiempo con desafíos cada vez mayores. Un tiempo en el que la vida de nuestro país se ha visto alterada, que ha traído dolor a algunos, dificultades financieras a muchos y enormes retos para el día a día de todos nosotros”, dijo la reina, quien rindió un homenaje al personal del Servicio Nacional de Salud, médicos y enfermeras que se ubican en la primera línea de contagio.
Tradicionalmente, Isabel II se dirige a la nación en un mensaje televisado cada Navidad, pero sólo lo ha hecho fuera de esas fechas en otras cuatro ocasiones extraordinarias: cuando expresó su apoyo a las tropas británicas, durante la Guerra del Golfo de 1991; en la víspera del funeral de Diana de Gales, en 1997; en la muerte de la reina madre y para conmemorar sus 75 años de reinado, en 2012.
KA