La salud del presidente ruso, Vladimir Putin, genera dudas luego de que el líder del Kremlin se sometiera a una revisión médica en medio de dudas sobre su estado físico.
La salud del mandatario, quien declaró la guerra a Ucrania, ha empeorado este año, pues tan sólo en los últimos meses perdió poco más de ocho kilos, sin razón aparente, sigue con problemas de apetito y sufre fuertes ataques de tos y náuseas, de acuerdo con el canal General SVR de Telegram, y cuya información fue recogida por medios internacionales.
Presuntamente ni los médicos han determinado a qué se debe la tos que constantemente interrumpe sus discursos al sofocarlo por momentos en reuniones clave como en temas de seguridad, mientras sus tropas siguen combatiente en Ucrania.
Incluso, fuentes del Kremlin admitieron ante dicho medio una gran inquietud sobre su condición física, pues sigue perdiendo peso, pero luce hinchado por momentos, lo que se relacionaría con las versiones de que el mandatario padece cáncer y se encuentra bajo un régimen de alimentación muy estricto, aunque él y el gobierno han desmentido tal información.
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Incluso, se reveló que su círculo cercano está preocupado por sus persistentes ataques de tos, lo que refleja un deterioro de salud cuando la nación más necesita a su líder, por las pérdidas sufridas en territorio ucraniano, pese a los contantes bombardeos por parte de su ejército contra las fuerzas de su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski.
Al respecto, algunos medios independientes locales señalan que Putin trata de evitar eventos públicos o por lo menos los ha limitado, pues por ejemplo en la última semana sólo fue visto cuando visitó a militares que serían movilizados en regiones ucranianas.
Esta información recuerda que en el pasado se difundieron videos en los que se observa al mandatario ruso con conductas “torpes”, mismas que relacionan con síntomas de Parkinson, aunque no hay una confirmación de un diagnóstico de esa enfermedad.
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